Los puntajes de River en la victoria frente Atlético Tucumán
Pasión Monumental analiza el nivel de los jugadores del Más Grande en el triunfo frente al Decano en el Monumental.
Franco Armani (9): fue, por lejos, otra vez de los puntos más altos del equipo para evitar sufrir varios goles. El Monumental a sus pies, muy ovacionado.
Gonzalo Montiel (6): no tuvo problemas defensivos y pasó constantemente al ataque. No pudo conectar un buen centro a sus compañeros pero estuvo aguerrido como siempre.
Germán Pezzella (6): en el primer tiempo estuvo muy firme y perdió poco. En la segunda mitad, con el equipo tan adelantado, tuvo mucho espacio a sus espaldas.
Paulo Díaz (6): igual que su dupla defensiva, un primer tiempo sin aprietes y un segundo donde el espacio y la necesidad de ir a buscar los tres puntos lo hizo quedar muchas veces mano a mano.
Marcos Acuña (5): discreto partido del Huevo, que los hinchas siguen esperando más de él. Pasó mucho al ataque y sufrió por momentos en defensa.
Rodrigo Aliendro (7): fue quien mejor se entendió con Mastantuono. Empezó muy eléctrico y trató de llevar constantemente el equipo para adelante.
Matías Kranevitter (5): irregular partido del volante central que perdió algunas pelotas realmente increíbles con compañeros cerca.
Maximiliano Meza (5): muy reprobado por los hinchas en la previa. Otro de irregular partido, debe mejorar.
Franco Mastantuono (8): todas las jugadas peligrosas que tuvo River, tuvo su intervención. Trató de todas las formas abrir el marcador.
Facundo Colidio (5): de menor a mayor el partido del delantero que cerró su partido convirtiendo con un zurdazo inalcanzable para el arquero.
Miguel Borja (4): otro que recibió silbidos en la previa. Se lo notó con energía, empuje y ganas de revertir la situación, pero no alcanzó. Se erró varias jugadas claras.
Ingresaron
Santiago Simón (-): pocos minutos del volante en cancha. Fue expulsado vía VAR por una plancha.
Ian Subiabre (-): más de diez minutos para el juvenil.
Giorgio Costantini (-): entró los últimos instantes para rearmar el mediocampo tras la roja de Simón.