El Keko Villalva cuenta que le anticipó a Trezeguet que ayer iba a convertir. Los delanteros tienen una gran relación que excede el campo de juego.
“Yo no le metí presión a Almeyda, entré para eso”. Daniel Villalva estuvo a punto de irse del club a comienzos de año. Había entrado en una lista de prescindibles, hasta que el técnico de River le dio la chance en algunos partidos poniéndolo como volante. Si bien actuó en su puesto natural, el correntino no desentonó. Y ayer, en la victoria ante Quilmes, volvió a jugar de delantero. Y metió un golazo. Como para seguir ratificando su levantada y, por lo menos, ganarse un puesto en el banco de suplentes.
Permanecer en Núñez, además, le dio la posibilidad de entablar una gran relación con David Trezeguet. El francoargentino es su consejero, no sólo dentro sino también fuera de la cancha. Muchas veces vuelven juntos de los entrenamientos en auto. Y en San Juan, el Keko hizo de vidente: “Le dije que iba a hacer un gol”, contó el nacido en Caacatí, quien cuando entró por David éste le remarcó que “esté tranquilo que en una de esas iba a hacer un gol. Por eso lo festejé con él. Es una muy buena persona”.
Sobre su golazo, el Keko precisó que “pensé en picársela” a Dulcich, aunque “opté por pegarle fuerte”. Y antes de volver a Buenos Aires para pensar en Huracán, mostró su felicidad por “haber vuelto a jugar de punta”.
Por Paulo Filippini
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Fotos: Nicolás Aboaf