River no mostró su mejor versión, pero apareció Alario y liquidó 2-0 a Quilmes.

No era un partido más para River: habían ganado todos los competidores y el Millonario estaba más obligado que nunca a ganar. Y lo hizo con un Alario brillante.

El goleador anotó por duplicado para cerrar el 2-0 sobre el Cervecero y superar un duro escollo, con una cancha mojada donde el equipo estuvo lejos de su mejor versión.

El primer tiempo fue trabado, peleado, con un Quilmes que sorprendió apretando arriba y tapando todas las salidas del conjunto de Gallardo. Solamente las escasas combinaciones de Rojas, Nacho y Pity hicieron peligrar a la visita, que se fue al vestuario con un punto que valía oro.

Pero la jerarquía pudo más y River encontró la ventaja cuando promediaba el segundo tiempo: Gallardo ya había movido el banco, haciendo ingresar a Mora por Casco y jugando con tres en el fondo.

Ni bien ingresó el uruguayo, asistió a Driussi, que se la bajó a Alario, quien abrió el marcador y hundió las ilusiones del Cervecero, a 20 minutos del final.

Ya sobre el cierre, nuevamente Mora encabezó un contragolpe fatal, que Alario volvió a cambiar por gol, para liquidar la historia.

El Millonario se sacó de encima un duro escollo y volvió a quedar en zona de Libertadores. Y se ilusiona con darle pelea a Boca…