Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).
Luego de un arranque bastante irregular en la Copa de la Liga, el Millonario aprovechó la ventana de eliminatorias para meter un estimulo de juego ante un rival duro como la Universidad Católica de Chile. Con un equipo relativamente alternativo, y el debut de Sebastián Boselli desde el inicio, el Más Grande salió con: Ezequiel Centurión; Andrés Herrera, Sebastián Boselli, David Martínez, Milton Casco; Enzo Pérez, Matías Kranevitter, Ignacio Fernández, Manuel Lanzini; Esequiel Barco y Miguel Borja.
¡Ganó River en San Nicolás! 💪🏼
⚽️ Barco#VamosRiver ⚪️❤️⚪️ pic.twitter.com/n4u6PnWn0N
— River Plate (@RiverPlate) September 9, 2023
En los primeros instantes del partido, River tomó la posta y el protagonismo del cotejo. Esos minutos fueron claves por el mediocampo, que jugaba rápido y preciso hacia adelante sin equivocaciones. El primer tiro al arco lo tuvo Borja, quien remató raso y fuerte a las manos de Gillier luego una gran asociación con Nacho Fernández. Por otro lado, la presión del Millonario incomodaba a la Católica en el momento de atacar, obligando a retroceder el juego y tocar constantemente la pelota. La primera aproximación de los chilenos la tuvo Zampedri de volea, que la agarró mordida luego de un centro al área de Ortiz. Sobre los 20 minutos de juego, la conexión Nacho-Borja volvió a causar estragos, con un remate del colombiano que pasó a centímetros del palo izquierdo. Con el correr de los minutos, River siguió dominando por completo a su rival pero sin lograr romper el cero. Ya en los segundos finales, Borja quedó en diagonal al arco y probó con un zurdazo que volvió a pasar cerca del poste izquierdo.
En el complemento, Demichelis realizó cuatro modificaciones: ingresaron Bruno Zuculini, Ramiro Funes Mori, Paulo Díaz y Facundo Colidio en lugar de Enzo Pérez, Casco, Boselli y Borja. Al inicio de la segunda mitad, Esequiel Barco originó una maravillosa jugada por la banda encarando a quien se le cruce, y concluyendo con un verdadero golazo al primer palo del arquero. La tónica fue la misma de los primeros 45 minutos, aplastando desde lo táctico al rival y ahogando en el área contrario a la Católica. A los trece del segundo tiempo, el cuerpo técnico agotó los cambios, con los ingresos de Claudio Echeverri, Matías Suárez y Agustín Palavecino, y los egresos de Lanzini, Barco y Nacho Fernández. Los suplentes entraron muy bien, sobre todo Suárez, que demostró que está para ser el recambio perfecto con su calidad indiscutible. En los minutos finales, los chilenos se replegaron en el fondo y aburrieron el partido, obligando a River a tocar y tocar pero sin generar. Apenas un intento de Suárez que casi queda mano a mano con el arquero, y un remate a colocar de Echeverri, que asustó por completo a todos. No más que eso. Y el rival una sola con Zampedri, que probó de mitad de cancha al ver a Centurión adelantado, pero el tiro se fue por arriba del travesaño.
Siempre suma ganar, a pesar de ser un amistoso. Este partido sirvió para varios que volvieron, y asimismo para probar distintas posiciones en jugadores que pueden cumplir en muchos lugares de la cancha. Ahora toca pensar en el torneo local y seguir adelante, dejando todo en este tramo final del año sin competencias de mayor importancia.
En un partido amistoso que no da para mucho me gustó la defensa con Boselli y David Martinez…….serenos firmes y con confianza uno en el otro, ojalá haya encontrado los dos centales tan necesario.
Los periodistas partidarios ni en un amistoso pedorro pierden la oportunidad de vender humo y fruta.(espero que demichelis haya aprendido a no hablar con boludos que lo único que buscan es perjudicar a RIVER!!!!!!!!!!
Ese chico echeverri queda bien claro que todavía le falta ´por lo menos una temporada para estar en la primera……si fuera un crack como lo quieren vender te lo demuestra en tres minutos en la cancha……creo yo.
Sin intentar armar una polémica, mi punto de vista sobre Echeverri es lo opuesto al que expresa Tito. Yo vi un pibe de menor a mayor, empezó con la pelota indócil cosa rara en él y fue creciendo, mucha movilidad en una franja que iba de recibir de la linea de cuatro a incursionar en el área rival, metió una emboquillada desde el limite del área grande que si entraba estaría en la tapa de los diarios, le metió dos buenos pases filtrados a Matías como si esa hubieran sido las instrucciones que recibió al entrar. En un contexto en el que ingresó a la cancha rodeado de notorios jugadores de pie insensible: como Palavecino y Zuculini y un Matías de innegable calidad pero que busca su gol para tratar de renovar su contrato y no el juego asociado. Que quede claro, nunca he pedido al Diablito de titular, si que le dieran 20 o 25 minutos por partido para que supiera como administrarse en su puesta a punto como jugador. Vaya como triste comparación que Franco Alfonzo ya está asentado como titular en el Globo y conste que está en un porcentual menor al que puede rendir.
Si parece que 25 minutos es mucho “porque esto es River y hay que demostrar”, veamos que hacen en ese tiempo Colidio, Lanzini o Nacho por mencionar los que jugaron ayer.
Me gustó sin dudas Boselli, creo que tiene un presente que ilusiona a un gran zaguero