River derrotó a Independiente Medellín en Colombia por 3-1 y dio un paso grande en la Copa Libertadores.

En las malas, River sobresale. Sobre todo desde que llegó Gallardo: el Millonario le ganó 3-1 a Independiente Medellín en Colombia, en una noche accidentada y en un partido que estuvo interrumpido casi una hora por la lluvia torrencial que cayó sobre el Atanasio Girardot.

A River le vino bien la lluvia. Tras unos primeros 26 minutos imprecisos, donde le costó hacer pie en un campo que estaba inundado y donde era imposible jugar, el Millonario regresó tras el parate de casi una hora renovado, con otra energía e imponente en el campo de juego.

Alcanzaron 5 minutos para que Alario escapara y entrara al área, donde le cometieron el penal que el propio goleador se encargó de convertir en gol: 1-0 y tranquilidad para Napoleón y los suyos.

La jugada siguiente trajo mayor alegría al banco Millonario: Pity Martínez tiró el centro para que, tras una serie de rebotes, Driussi anotara el segundo tanto de la visita, que se fue al entretiempo con la sobriedad que lo caracteriza en la Copa Libertadores.

Ya en la segunda parte, los pasos siguieron agigantándose y llegó el tercero, gracias a un golazo de Martínez Quarta tras un córner del Pity Martínez.

Los colombianos recién se despertaron sobre el final y descontaron por un penal inventado del árbitro brasileño Wilton Sampaio, de pésima labor.

El equipo de Napoleón arrancó con el pie derecho el camino a la reconquista de América. El 13 de abril recibirá a Melgar, el otro líder del grupo, para volver a ganar y encaminarse a los octavos de final.