A pesar del interés de Tigre, Ramón Díaz quiere que Carlos Luna se quede, le dio la confianza necesaria y le respondió con el gol de la victoria en Córdoba. Hay Chino para rato.
La vertiginosidad del fútbol argentino lleva a que los jugadores pasen de ser prioridad a ocupar roles secundarios, o viceversa. Tal es el caso de David Trezeguet, quien al comienzo de la pretemporada era el tercer delantero de área para Ramón, hasta que el gol en el último Superclásico veraniego lo catapultó a la titularidad, desplazando a Carlos Luna al último escalón.
Atento a esto, desde la dirigencia de Tigre presionaron (y presionan) para llevárselo. Claro, la deuda que River tiene con Liga Universitaria de Quito hace que los ecuatorianos también quieran que parta rumbo a Victoria.
Con el conocimiento de la causa, el Pelado Díaz supo manejar a la perfección la situación ayer en Córdoba: llevó al Chino al banco, lo ubicó en lugar de Trezeguet y anotó el 2-0 parcial por sobre Belgrano.
“Lo puse cinco minutos y convirtió un gol, es un fenómeno”, aseguró el riojano tras la victoria. Hoy, en Radio 9, sostuvo: “Demostró lo que puede hacer como delantero, quiero que se quede”.
A pesar de que le tiran los colores, Luna apostó por quedarse en el Millonario y, con la confianza que le brinda Ramón, ya empezó a pagar la confianza con creces.