River se despidió del 2016 con una victoria que lo deja en vilo para lo que viene. La explicación estuvo en la punzante delantera: Lucas Alario y Sebastián Driussi.

Enrique Bologna (4,5): Debut con dudas. Antes de los 10 ya le habían quitado el invicto. En el primer tiempo no la tocó ya que el otro tiro al arco fue remate duro al travesaño. En el complemento, alternó buenas y malas.

Jorge Moreira (6,5): Un cierre al estilo de su debut con la Banda. Seguro con la pelota al pie, firme en la marca y con despliegue de cara al arco rival.

Lucas Martínez Quarta (6): Después de un comienzo dubitativo, se afirmó y ganó todo por arriba y por abajo.

Jonatan Maidana (6): Más allá del desentendimiento en el gol, uno de los puntos más altos. Sacó todo por arriba, no sufrió por abajo y adelantó las líneas para alejar a Olimpo del arco de Bologna.

Luis Olivera (5): Alternó buenas y malas. Intentó ser salida por izquierda y fracasó. Sin embargo, no sufrió en defensa.

Nicolás Domingo (5): De regreso en el equipo titular, la imprecisión le ganó al pase cerebral y el tiempo extra que suele tomarse.

Nacho Fernández (6): En cancha chica, llevó las riendas como le gusta. De arco a arco, tocó con inteligencia y se sacrificó en la marca.

Pity Martínez (5): Empezó enchufado, reventó el travesaño en una ocasión y estuvo cerca del gol. Luego, se fue apagando y se fue sin pena ni gloria cuando promediaba la segunda mitad.

Rodrigo Mora (6): Mucho desgaste en posición de volante por derecha. Vértigo con la pelota al pie, sacrificio en el retroceso.

Lucas Alario (7): Extendió su buen momento con un gol que volvió a meter a River en partido. Luego, pivoteó, encontró siempre al mejor ubicado y pudo marcar el segundo.

Sebastián Driussi (7): Punzante y decisivo. Se tiró a los costados para asistir, ingresó por el medio para llegar a posición de gol y también fue el primer cinturón de marca para la salida rival. Convirtió de penal para ser el goleador del torneo en el 2016.