El 4-0 de Talleres sobre River fue contundente y exagerado, pero dejó rendimientos dispares en el primer partido de varios juveniles.

Augusto Batalla (4): le llegaron poco y nunca respondió. Se abrió el partido por una falla suya. Fue de los de más experiencia, pero no tuvo una buena noche.

Augusto Aguirre (5): central devenido en lateral, sufrió mucho por su costado y casi nunca se sintió cómodo.

Kevin Sibille (5): de mayor a menor. Comenzó sólido en el fondo, pero terminó sufriendo el descontrol generalizado.

Alexander Barboza Ulloa (5): de lo mejor de la defensa, a pesar de no tener una gran noche. Casi abre el marcador con una gran jugada individual que pegó en el palo.

Nahuel Gallardo (5): arrancó con pie firme, recibió una amarilla rápido y supo controlarse. Mostró cosas interesantes.

Denis Rodríguez (5): para ser su primer partido en más de 10 meses, aceptable. Tuvo alguna llegada de gol, pero poco más.

Iván Rossi (5): sufrió demasiado la falta de ayuda en el mediocampo. Sin retroceso de los delanteros, Denis casi no lo ayudó y quedó siempre muy solo.

Exequiel Palacios (4): intrascendente. Todavía le falta aclimatarse al ritmo de Primera División.

Carlos Auzqui (4): decepción para ser el más experimentado del equipo. Decidió siempre mal y no desequilibró nunca.

Nicolás de la Cruz (5): de más a menos. Tocó pocas, pesó en algunas, pero terminó casi siempre mal. Gallardo lo guardó para la Copa.

Rafael Santos Borré (4): quedó descolgado, como único centrodelantero. Muy solo en el área, no tuvo ninguna clara.