A la sombra de la bienvenida al entrenador, el gol de David Trezeguet y el debut de Juan Manuel Iturbe, Adalberto Román jugó su partido. Pisó por segunda vez el Monumental después de lo ocurrido en la Promoción ante Belgrano y si salió en el entretiempo fue sólo por una molestia en el aductor izquierdo.

Paradójicamente, no fue el regreso esperado. Hace dos meses, ante la posibilidad de un eventual retorno de Adalberto Román al Monumental, la mayoría hubiese especulado que sería similar a su anterior vuelta, ante Atlético Tucumán: Insultos y salida tempranera. Pero Ramón pudo con todo y lo único que se repitió fue el cambio en el entretiempo, aunque esta vez fue por lesión.

Su última imagen en Núñez hacía imaginar que nunca más jugaría en River. El 11 de noviembre de 2011, dos errores infantiles de su parte habían finalizado en gol y habían determinado una derrota sin alicientes ante Atlético Tucumán. En aquella oportunidad, Matías Almeyda no tuvo concesiones: Lo reemplazó en el entretiempo. Esto último es lo que emparenta ambos partidos. Es que, por una molestia en el aductor izquierdo, Ramón decidió reemplazarlo para cuidarlo.

Pasó desapercibido en el inicio del encuentro y eso, con sus antecedentes, ya es noticia (de las buenas para él). Luego, cumplió desde lo futbolístico y recibió la aprobación del público en reiteradas oportunidades. Luego, salió. En la semana se sabrán más detalles de su dolencia. Lo cierto es que, contrariamente a lo que cualquiera hubiese imaginado, esta vez el hincha reza para que no sea nada...