El Nápoli, así afirman en Italia, estaría dispuesto a poner seis millones de euros para quedarse con Ezequiel Cirigliano ante la posible venta del uruguayo Walter Gargano. El mercado de pases en Europa cierra el último día del mes, y eso hace que la puerta esté abierta. Pero el pibe se plantó. “Tengo claro que no me voy a ningún lado”, sentenció Ciri en el diario Olé.

Si bien trascendió que un problema personal lo haría emigrar, este punto no es decisivo para el futbolista, quien preferiría esperar para irse. “Nunca dije que me quería ir ni que buscaba que me vendieran ahora. No sé de dónde lo sacaron. Por temas personales me quiero quedar. Tuve posibilidades de irme pero decidí quedarme. Antes de que arrancara el torneo, Matías me pregunto qué iba a hacer. Porque había una oferta y estaba todo listo para que me fuera. Pero le dije “me quedo”. Quise quedarme a pelear un lugar en el equipo. Tengo 20 años, quiero aprender por lo menos seis meses más, no tengo apuro”. Clarito.

Confirmada su continuidad, Ciri está enfocado en levantar su nivel. Le molesta no haber jugado bien en los dos primeros encuentros. Almeyda lo sacó ante Belgrano y Estudiantes y esta semana lo hizo trabajar aparte para recuperar la precisión que lo caracteriza. “Son momentos... Yo estoy metido en el partido durante los 90 minutos, pero si no me sale bien un pase, me pongo mal. Y si a la otra tampoco te sale, te ponés mal... Ahí es cuando tengo que tranquilizarme. El rival es uno mismo. Siento que quedo muy expuesto con un mal pase. Hicimos un trabajo para la precisión. Los dos vimos que estoy bastante impreciso y, entonces, me dijo que lo trabajáramos. Si fallás un pase desde la defensa hasta tres cuartos de cancha, quedás muy expuesto. Pero sé que es mi función, tengo que hacerla lo mejor posible y estoy trabajando para mejorarlo.