Por Tomás Kunz (@TomasKunz_)

A falta de cinco minutos para que termine la victoria de River en el debut de la Liga Profesional, Franco Mastantuono condujo en campo rival y se la dejó a Esequiel Barco, que enganchó hacia adentro, amagó a tirar, corrió la pelota unos metros a la derecha y sacó un zapatazo infernal al segundo palo para hacer estallar el Monumental. El ex Independiente, que no convertía desde el 11 de noviembre del año pasado (hace exactamente seis meses), festejó desaforado y muy enojado… ¿Con el hincha?

Cuando se acercó al córner a gritar el gol y previo al abrazo con sus compañeros, Barco levantó su mano derecha y apretó sus dedos por unos segundos mirando a la gente, haciendo el conocido gesto de “sigan hablando” que hacen algunos jugadores cuando están en situaciones muy efervescentes. Una seña que no pasó desapercibida en los hinchas, que mostraron su enojo en las redes sociales.

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Luego del partido, el propio Barco habló con ESPN y explicó el desahogo en el festejo: “No fueron meses fáciles, había que seguir trabajando y seguir insistiendo. A veces toca estar adentro y a veces afuera. Tenía que seguir insistiendo, me vino muy bien el gol. Este club es muy grande, te exige al máximo y tenes que estar al 110%“.

Por último y para cerrar, el '21' se refirió a su irregularidad en este 2024 y a la pelea que tuvo con Borja en Tucumán por los dos penales: “Fue algo más que nada personal, algo mío, no la estaba pasando bien en lo personal, pero le agradezco a mis compañeros, al cuerpo técnico y a mi familia por el apoyo“.