El debut soñado
Mientras los titulares y el cuerpo técnico descansaban y charlaban en el vestuario visitante, los suplentes realizaban la entrada en calor, con el delantero franco-argentino como figura destacada. Enseguida, llegó una catarata de aplausos para el refuerzo, quien retribuyó el saludo y continuó la puesta a punto para ingresar en el complemento.
Y el ansiado debut ocurrió a los 23 minutos del complemento, cuando Matías Almeyda llamó a Trezeguet para que reemplazara a Fernando Cavenaghi. Con botines blancos y una estatura imponente (1,90 m), el atacante surgido de Platense entró para acompañar en la ofensiva a Gabriel Funes Mori. El primer contacto entre el 17 y la pelota fue tras un pase de Leonardo Ponzio, cruzando el medio campo.
Unos minutos después, a los 37, Trezeguet fue al césped, derribó a un rival y vio la tarjeta amarilla. El esfuerzo quedaba en claro y la precisión a la hora de devolvérsela a un jugador que vistiera la banda roja. Es que no falló en ninguno de los seis pases que dio y, tras una mediavuelta frustrada, tuvo su revancha cuando faltaban seis para que se cumpliera el tiempo reglamentario.
Carlos Sánchez encabezó un contragolpe, esperó el momento justo y abrió hacia la izquierda para el punta de 34 años, quien mostró toda su categoría para sacar un derechazo tan esquina como potente. Gol, delirio y sueño cumplido para el ex-Juventus. Los hinchas enloquecieron y el delantero se golpeó el pecho, admirando los colores y con la sensación hermosa de haber logrado lo que siempre lo ilusionó desde pequeño. Ojalá que sea el primero de varios tantos. Bon appetit.
Por Germán Balcarce
Imagen: Wally / Pasión Monumental