Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).
Vestir la camiseta de River es un privilegio, pero ser ídolo total de la institución es algo para pocos. Ariel Ortega es uno de ellos, quien supo ganarse el amor de la gente mediante gambetas y goles, pero sobre todo con el sentido de pertenencia. Con el corazón 100% gallina, el “Burrito” es una de las máximas glorias que surgieron de las inferiores del Millonario.
El jujeño habla poco, pero cuando le dan un micrófono arroja miles de títulos que trascienden en todos lados. En dialogo con Lito Costa Febre, en el nuevo segmento de entrevistas titulado como “Hacelo y me muero” en su honor, habló de muchísimos tópicos relacionados a la institución que tanto ama. Entre ellos, le tocó recordar con un poco de resentimiento y dolor su polémica salida de River, la cual causó indignación en el hincha por un pésimo manejo dirigencial.
“Me hubiese gustado jugar toda la vida en River. En su momento se dio la posibilidad de una venta a España y yo atravesaba mi mejor etapa futbolística. Por cosas de representantes, de intereses económicos personales de dirigente, me tuve que ir un poco obligado”, admitió Ortega sobre su deseo de haber vestido eternamente el Manto Sagrado.
Además, recordó que antes de su salida estaba en el mejor momento de su carrera, ya que el amor con la gente comenzaba a ser incondicional por lo que demostraba dentro de la cancha. “Habíamos ganado el campeonato y la Libertadores y la verdad es que estaba muy identificado con River. Los hinchas me coreaban cuando entraba a la cancha y fue de las cosas más maravillosas que me pasó en el fútbol”, destacó con muchísima nostalgia y felicidad.
Gloria eterna para el burrito, ídolo total. Solo un HDMP como el chorro de papada lo hizo alejarse de River. Por sus características personales, nunca debió irse de River.