Ramón Díaz abre una semana crucial. El armado del equipo vs. All Boys y cómo levantar futbolísticamente y anímicamente al plantel tras el empate en la Bombonera.
Ramón Díaz es el técnico más ganador de la historia de River. También es un gran actor que genera lo de ayer con su gesto de “yo no me fui a la B”. Así respondió a las cargadas de la gente de Boca. Pero, quedó dicho, Ramón es un entrenador. Uno de los más prestigiosos, con un sostén y una espalda capaz de bancarse el vendaval. Y en ese marco tendrá que reconstruir a su equipo. Primero, desde lo futbolístico. Luego, desde lo anímico.
Si bien el discurso que salió desde el vestuario fue “ellos festejan empates y nosotros seguimos peleando el campeonato”, River no mostró en la Bombonera el carácter suficiente para soñar con la vuelta olímpica por más que esté a cuatro puntos del líder Lanús (puede quedar a seis si Newell´s vence esta noche a Arsenal).
Para dar vuelta la página, Ramón, quien hoy les dio vía libre a sus jugadores, tendrá a partir de mañana la misión de armar un equipo que le gane a All Boys. Y no solamente que conquiste los tres puntos el domingo a partir de las 20.30, sino también que convenza y permitar ilusionar.
Sabe Ramón que no podrá contar con González Pirez y Sánchez, quienes llegaron a la quinta amarilla en el Superclásico. Centrales no sobran (están lesionados Román, Pezzella y Ramiro Funes Mori). ¿Se apurará el regreso de Jonatan Maidana, quien en Reserva está sumando ritmo y minutos de juego? Quizás. El único central a mano que tiene es Bottinelli, tan zurdo como Alvarez Balanta. Además, la otra variante que usó el Pelado (Mercado a la zaga y Abecasis de 4) es imposible, ya que Lucho se está recuperando de un desgarro.
Podría volver Ariel Rojas en el sector izquierdo, pero Ponzio no terminó bien. Llegó a La Boca con lo justo tras un desgarro y no es seguro que pueda estar contra los de Floresta. ¿Llegó el turno de Augusto Solari como 8? Es otra incógnita que se develará en la semana. Una semana fundamental para Ramón y para todo River. De ellos depende…