Con un equipo repleto de juveniles, River cayó 4-0 contra Talleres en Córdoba y quedó cada vez más lejos de las aspiraciones del campeonato. Con todo a la Libertadores.

Está claro que Gallardo, los jugadores y los hinchas piensan exclusivamente en lo que ocurrirá el próximo martes en Lanús, en la vuelta de la Copa Libertadores. Con ese partido en la mente, el Muñeco priorizó guardar futbolistas y cayó 4-0 contra Talleres, en Córdoba.

El equipo juvenil, que estuvo mechado con algunos suplentes de mayor roce como Auzqui o Denis Rodríguez, no pudo hacer demasiada fuerza ante la T, que contó con varios experimentados en un equipo que demostró ser mucho más.

El primer tiempo fue parejo, con los pibes haciéndole frente a la situación y teniendo algunas jugadas de peligro a favor del Millonario. Sin embargo, en una de las últimas de la primera fase un remate al primer palo terminó en la apertura del marcador, tras una mala respuesta de Batalla.

Ya en la segunda parte, el descalabro defensivo fue mayúsculo: Rossi no paró a nadie en el mediocampo, la inexperiencia pesó en el fondo y rápidamente los locales redondearon un 4-0 exagerado por el desarrollo, pero con una derrota acertada por los nombres con los que contaron unos y otros.

Gallardo pensó siempre en Lanús: De la Cruz no completó los 90 minutos y hasta arriesgó poco tiempo a Palacios, pensándolo en variantes para el martes. Claro está que, lo importante, es la Copa Libertadores. El resto, puede esperar.