Frente a Tigre, Jonathan Bottinelli sumó su cuarta tarjeta amarilla y ahora deberá tomar recaudos justo en un partido en el que el clima no le jugará a favor.
“Lo preparé de la misma manera”, dijo Ramón Díaz en su última conferencia. Pero no hace falta un análisis muy profundo para darse cuenta que la aclaración del técnico demuestra por sí misma que el de hoy no será un encuentro más para el defensor.
Su polémica salida de San Lorenzo y algunas declaraciones que sensibilizaron a los hinchas azulgranas, harán del Nuevo Gasómetro un escenario hostil para Bottinelli. Y por si algo faltaba, las inoportunas palabras del presidente del club, Matías Lammens, terminaron por confirmar que el recibimiento no será el mejor para el jugador. “No sé si lo recibirán bien”, anticipó el presidente Cuervo.
Y en medio de esta situación, Jony deberá además preocuparse por no llegar a la quinta amarilla y evitar complicarle los planes al entrenador en un puesto en el que no sobran variantes por la gran cantidad de lesionados. Por eso, deberá mantener el mismo perfil que mostró durante la semana y no entrar en el juego que va a proponer el rival y la hinchada local para sacarlo del partido.
A cuidarse, Botti.