Tras los flojos partidos ante Juventud Antoniana y Central Norte, el equipo de Ramón le ganó 3 a 0 a Gimnasia y Tiro, con dos goles de Simeone y uno de Mercado.
River no podía abandonar Salta sin una alegría y sin un gol. Y luego del empate con Juventud Antoniana y la caída con Central Norte, el equipo de Ramón Díaz mostró un leve mejoría. Cierto es que el equipo que venció a Gimnasia y Tiro no es que el DT tiene en mete para el certamen local, pero es positivo que la mayoría esté enfocado en lo que se viene, que en definitiva es lo más importante.
River fue muy superior a su rival y lo justificó, no solo en el resultado, sino también en la cantidad de situaciones de gol. El resultado pudo haber sido más amplio, pero entre el arquero Perelman y la impericia a la hora de definir, se lo impidieron.
Desde el arranque buscó ser protagonista. Con un cabezazo de Simeone, un tacazo de Andrada y un zurdazo de Tomás Martíne, ya había olor a gol. Y si bien falta precisión en la zona de gestación, la movilidad de volantes, sobre todo de Augusto Solari por la derecha, eran claves.
Hasta que llegó el gol, luego de un tiro libre de Ferreyra, que primero dio en el cuerpo del arquero salteño, luego en el palo derecho y en el rebote la empujó Mercado. En el Malevo, River tiene un especialista en pelota parada, algo que no abunda en el fútbol argentino.
En el final del primer tiempo, Giovanni Simeone le puso el broche a una buena jugada y a una excelente sesión de Ariel Rojas.
Ramón aprovechó el amistoso para darle cabida a muchos juveniles: Vega, Solari, Kranevitter, Tomás Martínez, Simeone y Andrada estuvieron de movida. Seguramente, el equipo titular jugará el próximo domingo, ante Racing. Aunque a Carbonero, Fabbro y Teófilo Gutiérrez primero se los quiere poner a punto.
El Pelado también ensayó con un nuevo esquema, el 4-3-1-2, pero su idea es jugar con tres en el fondo.
A diez días del arranque del Torneo Inicial, el nuevo River se está armando. Antes debía irse de Salta con una victoria.