Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).
Cuarta fecha de la Conmebol Libertadores de América, frente a Nacional de Uruguay en el Gran Parque Central. Un partido complicadísimo en la antesala frente a un equipo que lucha fervientemente por ese segundo puesto para clasificar a la siguiente instancia. En tanto a River, una victoria le otorgaba la clasificación a los octavos de final y al Mundial de Clubes 2025 a disputarse en Estados Unidos.
Martín Demichelis fue con lo mejor, con la presencia de Andrés Herrera quien logró llegar al 100% desde lo físico, dejando atrás una molestia muscular en el cuádriceps derecho. Además, Facundo Colidio le ganó la pulseada en el ataque a Pablo Solari. Por lo tanto, el Millonario salió con: Franco Armani; Andrés Herrera, Leandro González Pirez, Paulo Díaz, Enzo Díaz; Nacho Fernández, Rodrigo Villagra, Rodrigo Aliendro; Claudio Echeverri; Facundo Colidio y Miguel Borja.
Final del partido. Nacional 2 – River 2.#VamosRiver ⚪️🔴⚪ pic.twitter.com/uJXIuKif05
— River Plate (@RiverPlate) May 8, 2024
Los primeros instantes del encuentro mostraron a Nacional muy sólido en su esquema de juego, impidiendo que River despliegue la impronta que acostumbra. Pero en la primera que el Más Grande pudo hilvanar tres toques hacia adelante fue letal. De la mano de un increíble freno y habilitación de Facundo Colidio, Miguel Borja fue para adentro, acomodó la mira y sacó un zapatazo letal que condenó el 1-0 arriba en el marcador. Fue el primer tanto del “Colibrí” en la actual Libertadores. A partir de ahí, el Millonario mejoró notablemente su performance imponiendo condiciones frente a un rival que jugaba muy brusco y al límite.
El colombiano pudo haber convertido el 2-0 a los 17 minutos mediante un cabezazo, pero Mejía salvó a su equipo en la línea. Apenas unos instantes después, Echeverri construyó la suya a través de un exquisito taco de Colidio que no terminó en gol gracias a la buena respuesta del arquero panameño. La primera gran oportunidad de los locales llegó a la media hora de juego, con un remate de Antoni que fue a las manos de Armani. Pero River estaba muchísimo mejor, y eso lo hizo valer en el resultado. De un córner en contra, Colidio condujo en velocidad, abrió con Borja y, en una devolución de favores, el ex Gremio lanzó largo para que el delantero con pasado en Tigre empuje la pelota sentenciando el segundo tanto de la noche. Magnífico primer tiempo del equipo de Martín Demichelis, aprovechando sus ataques en superioridad numérica y lastimando a un “Bolso” pesimamente ubicado y sin ideas claras dentro del terreno de juego.
A los dos minutos de la segunda parte se originó una pelea que comenzó luego de una patada criminal de Lozano a Rodrigo Aliendro. En el tole tole, un jugador de Nacional se debería haber ido expulsado por haberle pegado una piña en la cara a Paulo Díaz, pero el referí decidió apenas amonestarlo a pesar de haber visto la acción más de siete veces en el VAR. A los 61 minutos del cotejo, Armani salvó de manera milagrosa a River, con un magnífico manotazo tras el tiro de González. La atmosfera estaba picante, Daronco sacaba tarjetas a lo loco y los locales no se cansaban de tirar patadas. A 25 minutos del final, Demichelis decidió realizar la primera modificación, con el ingreso de Sebastián Boselli en reemplazo de Nacho Fernández.
El Millonario aprovechó el descontrol del equipo de Recoba y apostó a jugar 100% de contra, replegándose en el fondo. Con el objetivo de darle más profundidad a los ataques, el entrenador mandó a Agustín Sant´Anna, Pablo Solari y Esequiel Barco, en lugar de Herrera, Colidio y Echeverri. Sin embargo, Enzo Díaz cometió un penal infantil dentro del área, el cual Carneiro cambió por gol para descontar en el marcador. En la siguiente jugada, el mismo jugador puso el empate después de un error en salida de Armani. Si te desordenas, lo pagas caro. Y así fue.
El resultado duele porque parecía que River tenía todo bajo control. El arbitraje sacó de quicio al equipo de Martín Demichelis que se vio superado en la segunda parte gracias a la insistencia ofensiva de Nacional, producto de la línea de cinco defensores que optó el entrenador para sostener el resultado. Los cambios no gravitaron, e incluso sorprendió la salida de Facundo Colidio, quien venía siendo la figura del equipo. Un empate que sostiene al elenco Millonario en la cima del Grupo H con 10 unidades, producto de tres triunfos y la igualdad de esta noche.
La oportunidad de ganar la copa de local con este equipo sin jerarquía, ni inteligencia, ni picardia y sin temple, en la mayoría de sus jugadores es una utopía
Prioricen el torneo que inicia el domingo que es largo y acorde a la irregularidad de este equipo que si se hace fuerte de local y no pierde seguido
de visitante es candidato.
Traigan como mínimo un 2 un 5 y un 9 de jerarquía para la Copa 2025 y un técnico capaz.
Lo positivo Boca no puede dar la vuelta olímpica de la Libertadores en el Monumental
Otra demostración que de un plantel sin jerarquía en el 90% de sus integrantes no se ouede esperar otra cosa que no sea mediocridad e irregularidad.
Solo la posibilidad de que la final se juega en Nuñez es que uno ve una luz de esperanza en algo que tiene final anunciado e ingrato
Si no traen un 2 un 5 un 8 y un 9 de calidad es imposible remontar esta cuesta.
Este plantel así conformado y dirigido solo está para los torneos locales LARGOS donde se puede aprovechar la condición de local en un 90 % y rascar puntos de visitante.
Con suerte pekea el campeonato con Racing y Boca.
Del plantel no se puede decir más que lo ya dicho mil veces. No tiene jerarquía ni huevos, salvo excepciones muy específicas. Gallardo se fue porque sabía esto, sabía que el Presidente es un inútil en materia futbolística y que sólo le interesa el dinero para invertir en infraestructura (cosa que me parece bárbaro) pero no entiende de equilibrar entre lo futbolístico y lo edilicio y solvencia del club a nivel económico. Yo pregunto…….para qué sirve un Estadio maravilloso y un club solvente si más tarde o más temprano la falta de éxitos importantes va a apagar toda la euforia que se ve hoy por hoy, gracias al impulso de los logros deportivos conseguidos en el pasado reciente.
Los éxitos deportivos son como muchas cosas en la vida, hay que alimentarlos todos los días y mucho más en River, caso contrario se diluyen con el tiempo.
Un plantel sin jerarquía y sin huevos, que al primer episodio adverso es pasado por arriba como ayer, como con la bosta, por ejemplo, dirigido por un muñeco de torta que no transmite nada desde afuera y un club conducido por un presidente que es mudo, no tiene peso ni en AFA ni en la Conmebol y es nada más que un administrador de un club que en una economía deprimida puede empapelar sus oficinas con dólares, termina en fracaso.
Gallardo entendió eso y se rajó, después analizaremos las culpas de los jugadores que dejó, pero eso no es materia de análisis hoy. Hoy hay que volver a estar a la altura.
Se imaginan el papelón que se pasará en el Mundial de Clubes con estos jugadores. Ni quiero pensarlo.
River está volviendo a ser Aruba.