Ríos sorprendió a propios y a extraños

De aquella aparición con intermitencias y vaivenes personales a este jugador más completo y profesional. Pasaron cuatro años y medio desde que Andrés Ríos hizo su presentación oficial con la camiseta de River. En ese período, le ocurrió de todo: hizo un puñado de goles, fue relegado varias veces y, a mediados de 2010, llegó la chance de que se marchara a préstamo hacia Polonia para vestir los colores del Wisla Cracovia. Y una vez finalizada la cesión, regresó a Núñez para quedarse definitivamente.

Con el visto bueno de Matías Almeyda, el atacante de 22 años volvió para ganarse un lugar entre las piezas habituales de recambio. Consciente de que Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez son los titulares por condiciones técnicas y experiencia, Ríos supo que venía a pelear desde atrás, pero el desafío le generó un entusiasmo especial y ayer lo dejó en evidencia cuando se le presentó la oportunidad empezar entre los once, como dupla ofensiva junto con el Torito.

Lejos de aquellas versiones sin vuelo ni argumentos futbolísticos que pudieran explicar las posibilidades que tenía como titular en la etapa anterior, Ríos cumplió un papel muy importante en el triunfo sobre Atlanta. Luchó por cada pelota como si fuera la última, jugó de espaldas con una facilidad destacable, generó varias situaciones de gol y fabricó espacios permanentemente.

Sin embargo, la conquista personal se le negó tres veces a Ríos en la etapa inicial: entre algunas falencias personales en el toque final y las atajadas Rodrigo Llinás, se le negaron las primeras dos, mientras que la tercera fue una chilena impresionante, tras un centro de Martín Aguirre. Cuatro minutos después, engañó a todos cuando dejó pasar a la pelota para que Cavenaghi asistiera a Lucas Ocampos y éste concretara el 3-0.

Un derechazo violento, apenas desviado del ángulo superior derecho, y un cabezazo que se fue a pocos centímetros del travesaño fueron las primeras dos chances que tuvo el delantero en el complemento. Entre una acción y la otra, el 10 de River le hizo honor a su camiseta para darle el pase al Torito en el quinto. Y también participó en la jugada del sexto, hasta que llegó su premio cuando Mauro Díaz tocó rápidamente y Facundo Affranchino le envió un centro preciso.

En consecuencia, Ríos sorprendió a propios y a extraños. Por eso no sólo se llevó los aplausos de los hinchas, sino que también recibió elogios en la sala de conferencias. "Sabía que iba a hacer un gran partido. Me puso muy contento porque uno lo ve todos los días, a veces no le toca ir al banco y siempre está de buen humor y entrenando muy bien", destacó Cavenaghi, en tanto que Almeyda también aportó sus palabras: "Tiene unas condiciones impresionantes. Creo que jugó un excelente partido".

Por Germán Balcarce /// Foto: Joel Richards