Almeyda reconoció su error de haber blanqueado por los medios que Cavenaghi y el Chori Domínguez no seguirán en el club. Si bien respaldó su decisión, también se refirió a la mala relación entre Passarella y Sívori, apoderado de los futbolistas.
“River no tiene paz”.
Tiene razón Matías Almeyda. A menos de una semana de la vuelta a Primera, Núñez se vio revolucionada por las salidas de Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez. La decisión, tomada por el DT y avalada con firmeza por Passarella, causó polémica. Y el Pelado reconoció que no se manejó de la mejor forma al blanquear el tema por los medios. “Me hubiese gustado decírselo de otra manera. Se cometen errores, a veces, que son sin pensar. Hay momentos en los que uno no sabe cómo manejarse”, dijo en 90 minutos, por Fox Sports.
¿Se comunicará con ellos? Hasta la tarde del jueves solo se había comunicado con el Chori. “Fue una charla larga. Admito que fue un poco desprolijo”, sostuvo al rato en Indirecto, por TyC Sports. Y siguió: “Que cada uno piense lo que quiera, pero yo sé por qué tomo las decisiones”, se plantó, aunque abrió las puertas para creer que hay otro motivo además del futbolístico. “El representante de Cavenaghi y del Chori (Néstor Sívori) ha tenido problemas con el presidente, y siempre se me mezcla a mí. Yo los banqué. Pero Cavenaghi siempre tuvo problemas con Passarella. Cuando tomo decisiones con él, creen que las toma él”. ¿Y entonces?
Almeyda se mostró agradecido con lo que dieron los ya ex capitán y subcapitán, pero recalcó que “las decisiones no tienen nada que ver en la parte humana. Los jugadores han entregado todo. El momento en que vinieron fue fundamental. Dejaron una marca en el club. Pero yo tengo que decidir”.
Y cerró fuerte: “En ningún lado dice que los que vinieron se tiene que quedar de por vida. Los nombres están por detrás del club. Todos somos más chicos que 110 años de historia. Si yo quiero mantener el cariño eterno con el hincha de River, me tengo que ir”.
Imagen: gentileza Revista 1986