River empató 1-1, pero derrotó por penales a San Martín de San Juan y, a pesar del triunfo, volvió a demostrar que le falta para competir.

“No encontramos en el fútbol local jugadores que potencien este equipo”. La frase (repetida al unísono por D’Onofrio, Enzo y Gallardo) retumba cada vez que juega River y, en San Juan, no fue la excepción: a pesar del triunfo por penales ante San Martín (tras empatar 1-1 en los 90 minutos con gol de Mora) volvió a mostrar falencias, a días del comienzo del campeonato.

El partido del equipo de Napoelón fue flojo: sin ideas, desde el arranque tomó la iniciativa el Santo y recién el correr de los minutos, con el cansancio que eso representa, comenzó a acomodar las fichas a favor del Millonario.

Sin embargo, en la primera etapa prácticamente no generó jugadas de peligro y fue el local quien se fue con ventaja al descanso, gracias al gol de Dening.

Ya en la segunda parte, un tiro libre de Sagarzazu parecía liquidar el encuentro, pero la pelota dio en el travesaño y la respuesta de River fue parecida: buena combinación por la izquierda que terminó con centro de Rojas, impacto en el palo y una jugada increíblemente desperdiciada por Auzqui, debajo del travesaño.

Precisamente fue el ex Estudiantes el comodín del equipo: comenzó como delantero, jugó retrasado, por la izquierda y finalizó por la derecha.

Tras la merecida expulsión de Dening, Gallardo movió el banco: Larrondo ingresó por Mina, Palacios por Andrade, Mayada por Rojas y Olivera por Casco.

Cuando todo parecía liquidado y el estadio explotaba de algarabía festejando, una gran combinación por la derecha terminó con asistencia en el área chica de Nacho Fernández para Mora, quien rompió la sequía y marcó el empate a los 91.

Los penales marcaron la realidad: Nacho Fernández, Ponzio, Larrondo y Mora patearon muy bien y convirtieron para el Millonario, mientras que Batalla atajó dos para cerrar el 4-2 desde los 12 pasos.

Más allá del destello que representó el amistoso, el equipo de Gallardo demostró falencias en la generación de juego y que deberá mejorar mucho para ser el que fue.