Una inmensa cantidad de jugadores pasaron por el proceso de Marcelo Gallardo en River hubo uno que lo marcó a fuego por una situación particular.
Allá por el 2014, Marcelo Gallardo llegó a River en un momento inesperado tras la salida de Ramón Díaz. El Muñeco recordó esa primera etapa y recordó, con los ojos lagrimosos, un momento particular junto a uno de sus futbolistas.
En un extenso mano a mano con TyC Sports, el Muñeco comenzó: “Yo deseaba mostrar que estaba preparado para dirigir a River, habíamos sufrido años anteriores. Llegar como llegué, que fue inesperado, estaba todo para desarrollar y me encontré a dirigentes con deseos de posicionar al club nuevamente, de sanearlo y creo que coincidimos. Yo me pongo a pensar porque decía eso y quería mostrar que estaba preparado para formar una estructura que nos podíamos sostener, después el tiempo nunca se sabe”.
Además hizo hincapié en la preparación que pudo hacer el equipo: “Habrá que preguntarle a los demás personajes, yo puedo decirte que ese primer semestre fue muy bueno. La pretemporada donde iniciamos fue muy buena, tuvimos tiempo para trabajar seis semanas, en la que estuvimos dos semanas en el predio de AFA y otras dos en Estados Unidos. Eso nos permitió inyectar, bajar una línea; capaz en los primeros partidos no salían pero claramente hay un tiempo donde haces un clic hasta el duelo con Godoy Cruz”. Sin embargo el primer gran momento fue la eliminación a Boca donde el técnico vivía una situación muy especial debido al fallecimiento de su madre.
#GallardoEnTyCSports y su emoción al recordar su abrazo con LEO PISCULICHI: “Siempre hablo con él, lo quiero mucho. Lo tuve que sacar y, con el tiempo, me dice que no se tenía que haber ido nunca de #River“. pic.twitter.com/DqQ1Wf80aL
— TyC Sports (@TyCSports) December 22, 2021
El autor del gol de ese triunfo fue Pisculichi a quien Gallardo recordó entre lágrimas al ver la foto abrazándose tras el gol al eterno rival: “Siempre habló con Piscu, cumplimos el mismo día y formé un vínculo especial con él. Tenía una personalidad donde me sentía muy representado. Se nos fue Manu Lanzini y necesitábamos un jugador de esas características. Lo costaba muchísimo al principio, el gol contra Central lo desbloquea y empieza a jugar de gran manera. Fue un compromiso de ambos y jugó un semestre extraordinario. Este abrazo sentido, me emociona. Lo quiero mucho y esta foto lo refleja”.
El volante luego no lograría mantener su nivel, perdería su lugar y el Muñeco comentó: “No sería justo si pensará que lo tenía que dejar por lo humano, no sería justo ni conmigo, no con los demás. Cuando transmito algo que tiene que ver, esto de que el que está mejor jugará, sería muy injusto sostenerlo que lo hice más allá de algunos malos partidos porque lo merecía. Después tuvo competencia y tenía que lidiar con eso, seguramente Piscu se haya enojado conmigo. Él hoy en día reconoce, que tenemos un diálogo más allá del fútbol, reconoce que no tenía que irse de acá. Fue impulsivo porque pensó que no lo valorábamos. Después del primer semestre le dije que puede tirar rabonas, caños, que podía jugar con libertad y lo tuve que sacar. Con el tiempo me dice que me tendría que haber dado bola, es parte de la vida también. Lo bueno es que tenemos una relación hermosa, es lo que se generó”.