El uruguayo jugó oficialmente después de cuatro meses y se prepara para pelear por un lugar en el último tramo del año.

El 18 de marzo de este año fue la última vez que Nicolás De la Cruz jugó oficialmente para River. En el medio tuvo un síndrome meniscal que lo obligó a parar y le generó un retroceso en cuanto al lugar que se estaba ganando. Ante DIM, volvió a jugar y demostró que está en condiciones físicas para volver a pelear un lugar.

El volante de 21 años lleva exactamente 21 partidos oficiales en la primera del Millonario, y desde que recibió el alta médica se muestra confiado en que este grupo podrá volver a conquistar un título antes de que termine 2018. Para poder estar a la par de sus compañeros, el Charrúa no se tomó vacaciones y comenzó a prepararse físicamente antes de tiempo, para suplir el ritmo perdido luego de la artroscopía.