Mientras 400 fanáticos observaban a tan sólo 100 metros el comienzo de la práctica, los jugadores realizaban la entrada en calor e intercambiaban algunas bromas, en tanto que el cuerpo técnico hacía algunas actividades recreativas. En ese contexto, River trabajó por última vez en la antesala del partido de mañana frente a Boca Unidos.

La postal más cómica de la tarde se produjo cuando Alejandro Domínguez fue convocado por las necesidades de la naturaleza y buscó la complicidad de un árbol. El camino elegido era correcto, pero la gente millonaria empezó a reírse y ovacionarlo -con algunas gastadas de por medio-, entonces el delantero se alejó y recibió un aplauso al terminar.

Más allá de ese momento, el plantel priorizó lo físico durante unos 25 minutos y luego se dedicó de lleno a perfeccionar al máximo las acciones con pelota parada hasta que la luz del Sol se ocultó para ponerle un punto final a las tareas.

Por otra parte, Leandro Chichizola y Daniel Vega se movieron bajo las órdenes de Carlos Roa. Y como eran los más cercanos al público, saludaron en varias oportunidades e incluso recibieron algunas indicaciones cómicas.

Por Germán Balcarce