Una fiesta única
Fernando Cavenaghi tuvo su merecido partido de despedida, que terminó siendo una fiesta bien Riverplatense, como él mismo quería.
Y llegó la noche de la despedida… el Torito juntó a sus afectos en una cancha y el partido fue la excusa para festejar de la forma que mejor sabe, que tuvo una carrera sin nada que reprocharse. Debutó y se retiró en River, en el medio estuvo siempre disponible para el club que lo vio nacer y al que ama.
Ortega demostró que su gambeta está intacta.
“Es soñado, estoy feliz. Yo me formé acá, viví acá, pasé la mayoría de mi vida en este club, tenfo que ser agradecidos con abolsutamente todos”, expresó con emoción un Cavenaghi que prometió no irse “nunca más” de este club.
Ramón, uno de los entrenadores más importantes de su carrera, no podía faltar a la gran noche.
Con la presencia de Marcelo Gallardo (que recibió una de las grandes ovaciones de la noche), Enzo Francescoli, el Chori Dominguez, su gran amigo y Leonel Vangioni, entre otros, el Monumental fue testigo de una fiesta que pocos jugadores pudieron disfrutar hasta el momento. Cavenaghi se sumó a Alonso, Francescoli y Ortega.
El DT fue uno de los grandes ovacionados de la noche.
La alegría, mezclada con lagrimas, alcanzó para reconocer a todos los que formaron parte de un homenaje más que merecido: “Agradezco a todos mis compañeros, para mi es un gran orgullo. También, a toda la gente que trabaja en la institución. A mi familia, que me acompañó siempre en mi gran sueño que era jugar al fútbol”.
Sebastián Driussi disfrutó de la última vez entrando al Monumental.
Pero no sólo fueron futbolístas los que acompañaron al Torito. También cantantes, actores, jugadores de tenis, de rugby y de volley, con un mosaico del que se hizo cargo la Subcomisión del hincha, y lo más importante: la gente que lo acompañó siempre.
Jony se pierde el partido ante Guaraní, pero no le falló al ídolo y pudo decir presente.
Rodeado de amigos y ex compañeros, el delantero, que gritó por última vez en el Monumental como jugador, recbió el afecto de su familia y terminó con una vuelta olímpica. Se le cumplió el deseo y tuvo una despedida hecha a su medida. Aunque, como el mismo protagonista dijo: ” No fue una despedida, sin un homenaje”, porque de River, no se va a ir más.