Una expulsión rápida
Hay errores y momentos de calentura que le cuesta caro a un equipo. Y así lo sufrió River por la expulsión del Chori, en una acción que no debería haber causado inconvenientes mayores. Sin embargo, el número 10 millonario se enojó bastante con el volante rival y, como si fuera poco, con el juez.
Enseguida, Domínguez (había sido víctimas de tres faltas) quedó cara a cara con Ledesma y Abal intercedió. Fernando Cavenaghi se sumó para calmar a su compañero, una y otra vez. Pero el enganche estaba fuera de control y continuó increpando al responsable de controlar las acciones en el Chaco.
Abal, cansado de los excesos verbales del Chori, decidió sacar la otra tarjeta del bolsillo y, en consecuencia, lo echó a los 25 minuto de la etapa inicial. De esa manera, el conjunto de Núñez quedó con uno menos en pocos segundos, sin necesidad de impedir un contragolpe ni nada por el estilo.
Por Germán Balcarce
Imagen: Olé