Un problema casero
La casa es grande y la felicidad en el corazón es chica. Es que el conjunto de Núñez tan sólo obtuvo cuatro de las nueve unidades que disputó en su hogar durante las tres presentaciones que hizo en la B Nacional. De esa manera, hay bastante preocupación en los hinchas y tanto en el plantel como en el cuerpo técnico y la dirigencia.
¿Qué argumentos hay al respecto sobre la localía? De acuerdo a lo que pudo averiguar Pasión Monumental, los jugadores no están demasiado acostumbrados a desenvolverse en las dimensiones del campo (105 metros de largo por 70 de ancho) que tiene el Antonio Vespucio Liberti.
Como el plantel tan sólo se entrena dos veces por semana -y a veces ni siquiera esa cantidad- en el Monumental, algunos se acostumbraron a varios detalles que a la hora de jugar tienen cierta relevancia. Aunque parezca mínimo, siempre es importante tener en claro las distancias y las referencias en el momento de un pase largo.
Los ensayos formales de fútbol suelen realizarse en Ezeiza, mientras que el querido hogar sirve como escenario para las tareas regenerativas y la práctica de pelota parada, siempre y cuando River sea local al día siguiente.
En consecuencia, surge una pregunta lógica: ¿No será conveniente empezar a darle mayor cantidad tiempo al Monumental? ¿Por qué dar semejantes ventajas con una cuestión tan primordial como la familiarización con el terreno de juego y su contexto? Quizás sea para preservar el césped, pero de nada sirve si los resultados no aparecen.
Por Sebastián Anselmi
Imagen: Wally