Ahí anda él. Motivado. Feliz por el primer triunfo del año. Ojo: no anda relajado ni triunfalista, pero Ramón Díaz es así. En el golf de Tandil le gusta dar la nota. Así como hace unos días le jugó una apuesta a dos señores (¿cuándo se jugará?), ahora vuelve a ser protagonista. Parece un jugador más. Tirado en una colchoneta, elonga al ritmo de sus dirigidos. Como si sus 53 años no pesaran. ¿O acaso vuelve a jugar? No. Aunque la calidad está intacta...

Se mata de la risa, Ramón. Jocoso, bromea con el plantel mientras estira las piernas. Los PF, Pidal y Bustamante, armaron una exigente preparación para la mañana del lunes luego de medio día libre. No hay respiro. Ramón, con sus tres cuartos a lo Rafa Nadal, aplaude y mete un par de gritos para arengar a los suyos. Hasta que se prende en el final y no escatima esfuerzos.

Por la tarde, posiblemente, llegue la hora del fútbol, en el club Ferrocarril Sud. El riojano tendría decidido jugar con línea de tres en el fondo, cuatro volantes, un enganche y dos delanteros. Así lo paró en el último amistoso ante Shanghai Shenshua y, así parece, va plantarlo con Boca. Mientras, el DT se divierte y hasta se entrena.

Imágenes: Nicolás Aboaf (enviado especial a Tandil)

[nggallery id=120]