Un duelo aparte

Los clásicos de este verano tendrán un sabor especial. Más allá de que lo importante será lo que pase dentro de la cancha, esta vez la atención también estará puesta fuera del verde césped: desde el banco, Ramón y Bianchi sumarán tres capítulos más más a su duelo personal.

Aunque de manera oficial están empatados, la ventaja la saca Bianchi, justamente en los clásicos estivales. De cinco partidos, el Virrey se quedó con 4 triunfos contra uno solo del Pelado. La victoria más significativa para el DT xeneize fue en la pretemporada del 2000: Boca salió a la cancha con mayoría de juveniles y aunque River logró ponerse en ventaja con un tanto Ángel, los Xeneizes lo dieron vuelta con goles de Moreno y Battaglia. Ramón, quien mantenía una mala relación con los dirigentes, dejó su puesto luego de ese partido.

Por los puntos, no se sacan ventajas. Entre el ’98 y el 2001, ambos técnicos se enfrentaron de manera superclásica en cuatro oportunidades, con una victoria para cada uno y dos empates.

El primero fue el 0-0 del Apertura 1998, en el que Oscar Córdoba se lució desviando un penal ejecutado por Marcelo Gallardo. El segundo cruce fue en triunfo xeneize por 2-1, en el Clausura 2009, campeonato que consagró al conjunto de la Ribera. En el tercer enfrentamiento, el que festejó fue River: venció a Boca 2-0 con goles de Aimar y Angel y se quedó con el Apertura 1999. El cuarto clásico fue empate 1-1, por el Apertura 2001: el Millo empezó ganando con un tanto de Esteban Cambiasso, pero Walter Gaitán igualó el marcador a 7 minutos del final del encuentro.

Este verano, Ramón y Bianchi tendrán tres chances más de sumar victorias en su haber, más allá de que un triunfo no garantice puntos. Porque se sabe, por más amistoso que sean, los clásicos hay que ganarlos siempre. Y ellos lo saben más que nadie.