Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).

Después de dos semanas de entrenamientos y amistosos en tierras estadounidenses, llegó la última prueba en Orlando ante Vasco Da Gama. Para este duelo, Martín Demichelis volvió a cuidar a los lesionados (Matías Suarez, Héctor David Martínez, Agustín Palavecino y Paulo Díaz) y optó por un mix bastante interesante desde el arranque, como la aparición del juvenil Franco Alfonso en el once titular. Con un esquema 4-3-3, el Más Grande salió a la cancha con: Franco Armani; Andrés Herrera, Jonatan Maidana, Emanuel Mammana, Milton Casco; Enzo Pérez, Ignacio Fernández, Rodrigo Aliendro; Pablo Solari, Miguel Borja y Franco Alfonso.

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Al igual que en los demás amistosos, los minutos primeros minutos de River en cancha comenzaron con mucha intensidad, tanto en la presión como en las entradas al límite sobre el rival. Si bien el esquema inicial era un 4-3-3, en el transcurso del partido se cambiaba a un 4-2-3-1. La primera jugada clara del partido iba a llegar luego de un déficit constante del Más Grande en esta pretemporada: el retroceso en defensa. El Millonario controlaba la pelota con tranquilidad, hasta que se topó con un gran corte de Pec en la mitad de cancha, que corrió con toda la velocidad hacia el área y se topó con un gran achique de Franco Armani que contuvo la pelota con su cuerpo. Los brasileños presionaban muy arriba y a la zaga central se le llenaba bolsillo de preguntas. La balanza inclinaba a favor del Vasco, que iba a tener una nueva oportunidad con Marcus, que cabeceó flojo y sin peligro en la puerta del área chica. La salida del fondo se estaba complicando, salvo un enorme hueco que dejaba el rival por izquierda y facilitaba la escalada en velocidad de Franco Alfonso. Y en los pies del juvenil iba a llegar la primera del Más Grande, que de tiro libre pateó desde tres cuartos de cancha, pero no pudo inflar la red debido a la gran respuesta del arquero Alexander. Luego de esa chance clara de gol, River se fue acomodando en el partido y encontraba varias falencias del Vasco en defensa. Minutos después, nuevamente desde el tiro libre, iba a llegar la primera alegría de la noche, tras un centro flotadito de Nacho Fernández y el magnífico cabezazo de Emanuel Mammana, que ganó en las alturas y la mandó a guardar para abrir el marcador. El presente de Mammana es buenísimo, incluso en ataque. Para colmo, 4 de los últimos 5 goles de defensores de River en competencias oficiales y amistosos los convirtió él. La superioridad del Millonario era total, y de la única manera de parar la fluidez del juego era con infracciones. Y por esto mismo, el árbitro se vio obligado a repartir varias tarjetas por lado, para calmar al encuentro que se iba picando lentamente. El ritmo no paraba, y el equipo de Demichelis seguía generando transiciones claves por las bandas, consiguiendo el segundo gol de la noche en los pies de Borja, que estaba solo en la puerta del área chica y aprovechó el gran centro de Solari al ras del suelo. De esta gran manera, River cerró la primera etapa con dos goles arriba en el marcador y un nivel alto en la mayoría de los jugadores.

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La segunda etapa del encuentro iba a comenzar con dos modificaciones, con los ingresos de Bruno Zuculini y Leandro González Pirez en lugar de Enzo Pérez y Emanuel Mammana que manifestaron dolencias sobre el final del primer tiempo. El partido arrancó con un River cuidando la pelota, y encontrando espacios con Alfonso, que probó con la diestra un remate desde el borde del área que pasó lejos de los 3 palos. A los pocos segundos iba a llegar la segunda aproximación, luego de un sombrerito de Nacho Fernández a las espaldas de los defensores para que Borja resuelva con una volea que rozó el palo. El transcurso del partido justificó la titularidad de Alfonso, que le daba explosión y gambeta al juego. Iba a volver a tener la suya, pero sin peligrar a Alexander que se tiró por las dudas. El Más Grande era más que su rival, que seguía parando todos los ataques con patadas fuertes y desleales. Con el control absoluto del juego, el partido se planchó por momentos, y por eso Demichelis decidió mover el banco para elevar de nuevo el ritmo, poniendo en cancha a José Paradela, Esequiel Barco y Lucas Beltrán en lugar de Rodrigo Aliendro, Franco Alfonso y Miguel Borja. Los minutos pasaban, y a pesar de los cambios, River perdió protagonismo en el partido, con errores groseros en salida y regalando 4 jugadas claras que Vasco desechó. Y con mucho empuje, saltando la presión alta del equipo de Brasil, Casco subió por izquierda y tiró un centro para Solari, que cabeceó a las manos de Alexander. Llegando al final del encuentro, Martín Demichelis realizó más modificaciones con los ingresos de Santiago Simón y Tomás Castro Ponce, y las salidas de Pablo Solari y la figura Nacho Fernández. Por fortuna, los cambios iban a dar sus frutos, porque Beltrán hizo delirar a todos los hinchas de River que se acercaron a Orlando con un golazo, producto de una recuperación y posterior habilitación de Casco. Sobre el final ingresaron Peña Biafore, Rojas y Gómez en lugar de Maidana, Herrera y Casco.

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Final de una excelente pretemporada para el elenco Millonario, que fue de menos a más en todos los encuentros. Tres victorias en los tres enfrentamientos y con el arco en cero, definitivamente este es el camino.