Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).

Luego de una larga pretemporada con varios partidos amistosos, llegó el tan ansiado debut en la Liga Profesional de Fútbol ante Central Córdoba de Santiago del Estero. Para este duelo, Martín Demichelis no podrá contar con los jugadores que venían arrastrando lesiones, y que desafortunadamente no llegaron a sumar minutos en los cotejos de preparación (Paulo Díaz, Nicolás De La Cruz, Héctor David Martínez, Agustín Palavecino y Matías Suárez). Por lo tanto, para este duelo inicial, Micho optó por el clásico esquema 4-2-3-1 que utilizó en la gira por los Estados Unidos y salió a la cancha con: Franco Armani; Andrés Herrera, Emanuel Mammana, Jonatan Maidana, Milton Casco; Enzo Pérez, Rodrigo Aliendro; Pablo Solari, Ignacio Fernández, José Paradela; y Miguel Borja.

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El partido comenzó trabado, con mucho juego aéreo por parte del elenco local, y asociaciones de los internos de River con los laterales y volantes externos. Antes de los 4 minutos, el Más Grande iba a tener su primera chance, luego de una gran jugada entre Solari y Herrera por la banda derecha que concluyó con un remate de Casco a las manos de Marcos Ledesma. Con una presión constante e insoportable, el Millonario inquietaba al "Ferroviario", que jugaba incomodo y sin tiempo con el balón. En cuanto a lo posicional, una de las curiosidades de La Era Demichelis era la ubicación de los laterales en juego: Herrera (por momentos) parado de volante central, y Casco bien abierto por la banda, pisando la línea de cal. Además, se lo vio a Paradela jugando de enganche y acompañando a Nacho Fernández, y no por la banda izquierda como se esperaba. River era más que su rival, pero no podía terminar de imponer su juego debido a las pésimas condiciones del campo de juego. La primera de Central Córdoba iba a llegar a los 15, con un remate débil de Ciro Rius, que contuvo fácilmente Franco Armani. Esa chance no preocupó a Demichelis, porque su equipo seguía jugando cómodo con la pelota, y poco a poco obligaba a que el partido se juegue en el área que defendía el conjunto de Santiago del Estero. Y luego de un duro cruce entre Herrera y Ciccoloni, el Millonario tuvo una nueva oportunidad en los pies de Nacho Fernández, que probó de zurda a colocar en la puerta del área, pero el poste derecho impidió el primer grito de la noche. Llegando a la media hora de juego, Nacho generó una nueva chance que se estrelló en el palo izquierdo, después de una exquisita diagonal de Enzo Pérez, que venía siendo la figura de River en la primera etapa. El Más Grande seguía insistiendo ante la muralla defensiva del "Ferroviario", pero se complicaba ingresar al área con facilidad. Y cuando los caminos no conducen al área hay que probar desde afuera, y a Paradela no le tembló el pulso para probar un bombazo desde tres cuartos de cancha, que terminó embolsando Ledesma. A diez del final, Borja iba a tener la suya, después de un centro de Paradela desde el córner. Sin embargo, dicha ocasión terminó rozando el palo. River buscó el gol por todos lados, y con tantas chances ocasionadas, merecía irse al complemento con el marcador a favor. Insistiendo por todos lados, iba a llegar el gol y el delirio en la tribuna, luego de un centro de Casco a los pies Solari, y la habilitación del ex Colo Colo a Nacho Fernández, que la mandaba a guardar e inflaba la red sobre el cierre de los primeros 45 minutos. Gol número 32 para Nacho Fernández en 187 partidos en el Más Grande.

El equipo de Demichelis recuperaba la pelota y se disparaba al área a atacar, para buscar de manera tempranera el segundo tanto de la noche en Santiago del Estero. De esta manera llegó la primera amonestación del partido sancionada a Casco, tras un agarrón de camiseta a Castelli en la mitad de la cancha.
Se cortaban los bloques ofensivos y defensivos, al punto de quedar inconexos. A los 25 de la segunda etapa, Borja cubrió la pelota a metros de la medialuna del área, tocó con Casco y él mismo abrió con Solari, que se acomodó con el cuerpo y la clavó al ángulo, marcando el segundo gol en el Estadio Madre de Ciudades. El juvenil de River ingresó muy bien en su debut oficial como profesional, con mucha energía, ganas de encarar a sus rivales y casi asistiendo a Borja en el área chica, luego de que el colombiano estrelle el travesaño.