River se complicó sólo y perdió 2-1 en su visita al Bosque. Gimnasia no hizó méritos para llevarse una victoria pero sí los goles.

Gustavo Gallardo Kuster

@gallargus

Desde lo futbolístico y lo anímico River llegó a su punto más bajo. Y lo llamativo fue que perdió sin jugar un partido verdaderamente malo. Lo que le faltó al Millonario pero sí tuvo Gimnasia fue puntería.

Saber que se juega una final desvía un poco el foco y hace que los errores puntuales que le dieron al Lobo la chance de quedarse con tres puntos pasen más rápido: el equipo adelantado y con Ponzio de último hombre, que no pudo llegar a cortar después del grosero error de Casco fueron los factores que le dieron al equipo de Soso el primer gol.

Bologna supo resonder y no tuvo mayores responsabilidades, y ese fue un punto a destacar pensando en Atlético Tucumán.

El gol de Scocco generó ilusión pero la falta de efectividad se paga caro y no hay cambios que lo arreglen. En el banco tampoco está la solución. River perdió 2-1 cuando parecía que podía cerrarse esta parte del campeonato con una victoria, tocó fondo y puede llegar a tomar aire si gana la Copa Argentina, pero falta mucho para volver a la cima.