Su llegada era complicada, pero no imposible. Ernesto Farías no estaba convencido de seguir en Independiente, por la crisis que vive el club y el constante repudio de parte de la hinchada. Ahí aparecía River, con Ramón Díaz a la cabeza, queriendo repatriarlo.

Sin embargo, la ilusión duró poco. Tras una reunión entre directivos del Cruzeiro (club dueño de su pase) y dirigentes del Rojo, arreglaron la continuidad del Tecla a préstamo, por seis meses más.

Así, el riojano tiene que tachar otro nombre de la lista, tras las negativas de Jesús Dátolo y Diego Morales.