River pisó fuerte en Mar del Plata: Driussi y Mina anotaron el 2-0 del Millonario sobre Boca, en un Superclásico caliente que terminó con varias expulsiones.

River le ganó con firmeza a Boca por 2-0, gracias a los goles de Driussi y Mina. Lesiones, polémicas y expulsiones en un Superclásico donde el equipo de Gallardo pisó fuerte.

El partido fue tan cambiante e irregular como se planteaba en la previa. River tomó la iniciativa apretando arriba a un Boca dormido y, a pesar de que no generó grandes situaciones de peligro, comenzaba a merecer la apertura del marcador. Claro, faltaba Alario

El correr de los minutos emparejó el partido y comenzó a hacerse de ida y vuelta, con ambos equipos partidos y con un Guillermo Barros Schelotto muy nervioso en el banco, transmitiendo esa misma intranquilidad al campo de juego, donde, de a poco, comenzó a calentarse el encuentro.

Si bien la primera mitad pudo haber tenido algún gol, el cero redondeó un tiempo flojo, donde la expulsión del técnico de Boca y el cambio de Montiel por Olivera (adolorido) fueron los eventos más preponderantes. Tras el entretiempo, la primera polémica de los segundos 45 minutos: Pitana expulsó a Gallardo y a Gustavo Barros Schelotto por haber entrado tarde al campo de juego, amparándose en el reglamento del torneo local y no de verano.

Ante la desazón, ambos entrenadores decidieron no marcharse y el propio árbitro tuvo que amenazar con no arrancar la segunda parte para que pudieran irse. ¿Conclusión? Ambos bancos terminaron en manos de auxiliares.

La tónica se mantuvo en la segunda parte: un River que apostaba al pelotazo y a las corridas de Mora y un Boca que, con el correr de los minutos, se volvía cada vez más intrascendente.

En el momento menos esperado, la presión alta Millonaria generó una falla en Peruzzi y que el Pity Martínez encarara hacia el área. Insaurralde fue al piso para marcar, pero tocó la pelota con la mano y Pitana (en casi la única decisión correcta de la noche) marcó el penal.

Driussi se paró seguro frente a la pelota y le pegó fuerte a un costado, haciendo inútil el esfuerzo de Werner, quien llegó a rozarla antes de que entrara.

Corrían los 17 minutos y el equipo de Gallardo comenzaba a encaminar la primera victoria Superclásica del año. Mucho más cuando, 6 minutos después, Mina apareció en el primer palo tras un córner y marcó el 2-0.

El partido se había liquidado y Napoleón comenzó a mover el banco: Exequiel Palacios ingresó por Nacho Fernández, Arzura por Ponzio y, ya sobre el final, Andrade entró por Mayada.

A falta de 10 para el final, una fuerte entrada de Insaurralde generó la bataola que se olía hace rato: piñas cruzadas desde ambos bandos y expulsiones para el central de Boca, Benedetto y para Driussi.

Los minutos corrieron y River redondeó un triunfo importantísimo por el rival y, sobre todo, para llegar afilado a la Supercopa ante Lanús.