El Monumental entero se paró para aplaudirlo y lo tiene más que merecido. Es que la categoría que demuestra es difícil de encontrar, pero muy fácil de disfrutar por cualquier amante del fútbol, sin importar la camiseta.

Si bien es cierto que en el transcurso del encuentro no desequilibró, también es real que el delantero franco-argentino no está siendo abastecido como merece, que no encuentra los socios ideales.

Es que el tridente parece no funcionar. Lejos de caer en los rumores de conflicto, la realidad marca que con Fernando Cavenaghi y Alejandro Domínguez la relación futbolística no es buena, por lo menos es lo que quedó demostrado en los últimos partidos.

Las dudas acerca de su llegada parecen haber quedado en un pasado difícil de recordar, nadie puede dudar de que su nivel es superlativo. El Monumental fue testigo de toda su magia y los hinchas pudieron disfrutar, una vez más, del nuevo rey de River.

Por Antonella Valderrey