En un partido cambiante y mal jugado, Argentina se despidió de Rusia 2018 con un 4-3 que maquilló un funcionamiento flojo. Se terminó el Mundial para la Selección y el ciclo de muchos. Mercado puso el 2-1 transitorio antes de la arremetida francesa que sentenció todo.

La inocencia de quien fuera el héroe contra Nigeria le abrió la puerta del partido a una Selección Francesa que apostó a ponerse en ventaja y jugar de contra. En eso se pudo resumir el partido que terminó con la ilusión de Argentina. El primer tiempo se fue igualado gracias a un gol de otro partido de Di María. Porque el Mundial de esta Selección se resumió en lo que pudo hacer o no Messi. Para tratar de contrarrestar a los Galos, se apostó a un "falso" falso nueve, porque el 10 del Barcelona no fue abastecido y tuvo que bajar constantemente. No tuvo un gran partido, es cierto, pero su labor consistía, básicamente, y siguiendo la lógica de lo que se vio en cancha, en dar el pase y definir.

El emblema del equipo no se metió de lleno y repercutió en el resto. Después del espejismo que significó ponerse 2-1 llegó el baldazo de agua fría que significó el golazo de Benjamin Pavard, que puso el partido en tablas y le devolvió a su equipo la chance de jugar como tenían pensado.

Las contras fueron letales. Le bastaban tres toques al combinado de Didier Deschamps para llegar al área Albiceleste y el gol de Agüero con el destino ya marcado pudo apenas maquillar lo que fue el ciclo Sampaoli: constantes improvisaciones y el pensamiento de que sin juego asociado se llegaría lejos únicamente por los nombres.

El papel de los jugadores de River ( los ex) fue en sintonía con el equipo. Apenas una jugada aislada de Enzo Pérez, el gol oportuno de Mercado y Franco Armani sufriendo las contras. Higuaín no tuvo la oportunidad y tal vez sea uno más de los que no vuelvan a vestir la camiseta argentina, junto con Mascherano. El final golpea y deja muy lejos de la final a un grupo criticado por perder tres. El fin de un ciclo se vio en Kazán y se vendrán tiempos de cambio en la Selección. No va más.