River empezó la Superliga con un flojo empate ante Huracán en Parque Patricios. Pity Martínez falló un penal y el ataque Millonario sufrió para doblegar el arco rival.

La Superliga empezó para River, pero el debut fue con el pie izquierdo. El 0-0 en el Ducó volvió a mostrar, aunque el torneo recién empieza, que el torneo local sigue siendo terreno esquivo para el Millonario. Pity Martínez falló un penal a los 15 minutos de la primera mitad y, de ahí en más, todo costó el doble.

Un tiro libre pateado de manera formidable por Nacho Scocco iba al ángulo y Marcos Díaz se lo negó, así como el mano a mano que le sacó apenas empezado el encuentro. El retrato del primer tiempo del equipo de Napoleón fue gris y lo único que aportó color fueron tapadas aisladas, pero fundamentales de Franco Armani.

En la segunda mitad, pese a los ingresos de Juanfer Quintero y Enzo Pérez, el circuito de juego no pudo aceitarse completamente y las pocas llegadas que hubo no fueron claras y estuvieron lejos de ser concretadas. Ya sobre el final, Armani volvió a estirarse para sacar una pelota sobre la base de su palo derecho, como ya había hecho contra Racing y un rato antes para negarle el gol a Gamba, en una jugada que terminó siendo anulada pero dejó ver que el nivel del arquero sigue siendo óptimo. El ingreso de Mora no pudo modificar la ecuación y el empate terminó siendo lo más justo por lo mostrado por ambos equipos.

Aunque lo que queda por delante en el torneo doméstico es muchísimo, empezar sin mostrar el fútbol que caracteriza al equipo en los cruces mano a mano preocupa y es material de análisis. Por delante asoman chances de sumar de a tres y prepararse para la vuelta contra Racing. Lo cierto es que la diferencia entre el rendimiento internacional y lo que se puede ver en el certamen doméstico sigue siendo notoria. Así como la pelota que el 10 Millonario mandó por encima del travesaño, el debut esperado del equipo del Muñeco se escapó.