Gustavo Gallardo Kuster

@gallargus

Desde que Michel saltó y acomodó la pelota con el parietal derecho en el primer palo mientras Armani chocaba con Pratto y Casco, que todo lo que pase en el país y en el mundo empezó a tomar una trascendencia distinta. Estamos plenamente conscientes de que al otro día se votó el presupuesto en el Congreso, con lo que eso implica. También que fue con disturbios y destrozos afuera, pero sacarse la imagen de la mente sin pensar por qué se estorbaron es el mayor desastre y no se nos va de la cabeza.

Entendemos, para la rabia de los puristas que nos repiten que “hay cosas más importantes que el fútbol”, que Bolsonaro fue subiendo en las encuestas y terminó ganando en Brasil, pero pensar en la tierra carioca nos lleva derecho al Arena do Gremio y pasamos por alto la ultraderecha política para pensar en un derechazo de Borré, de Scocco, de Juanfer, con la de palo, o del primero que pueda para empatar el partido.

Estamos al tanto de que el candidato del PSL ganó por votos que recibió hasta de sus compatriotas en Israel, pero el nombre nos lleva a recuerdos de mierda que preferimos olvidar y otra vez River pasa por encima de la realidad, de la economía y de lo políticamente correcto.

El sábado, mientras se jugaba contra Aldosivi, llegó la noticia de que un helicóptero en donde viajaba el dueño de Leicester cayó cerca del King Power Stadium pero, pésame mediante, no tenemos cabeza para pensar en otra cosa que no pase de los 1304.6 km que separan Buenos Aires de Porto Alegre.

¿A quién le queremos mentir? Si nos pasó de largo la derrota de los primos en la Superliga, el 5-1 de Barcelona a Real Madrid y si Lopetegui se queda, se va, si presentan a Conte o van a pedirle a Zidane de rodillas que vuelva. Si lo que más queremos es volver con una victoria.

Nos enteramos de que un grupo de Inmigrantes rompió la valla entre Guatemala y México, con el objetivo de llegar a Estados Unidos, pero la valla de Grohe, en estos momentos, es la que preferimos que se destroce mientras nos abrazamos y gritamos llenos de euforia. Todo esto a pesar de que la CGT anunció un paro de 24 hs., al que no le puso fecha, cosa que sí tiene la vuelta contra el campeón de América y, aunque estemos al tanto de todo, no es que no nos importe, es que como bien dijo Valdano “el fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes”.

En esto último es donde la camiseta pasa por encima de todo, de la realidad nuestra, de la internacional… que nos hace acordar al clásico de Gremio, y ahí vamos de vuelta. Listo, olvídense, a consciencia o no, con la serie sin definir y el Millonario jugándose el futuro se pueden quedar con tranquilidad por saber que estamos al tanto y no tenemos solamente una pelota en la cabeza… bueno, en realidad sí, pero porque queremos, porque nos obsesiona y porque River está por encima de todo. Perdónennos, o no, la verdad que nos importa saber cómo salimos el martes.

Basta de mentir.