Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).

Visitar el Monumental José Fierro no es tarea fácil para ningún equipo del fútbol argentino. Y es que River no gana allí desde marzo del 2019, casi cinco años. Entre tantos cotejos acumuló empates y derrotas, pero el presente de hoy obliga a que el Millonario imponga condiciones desde el minuto cero. Dos presentes totalmente distintos, pero un clima que condiciona a cualquier visita. Por eso, Martín Demichelis decidió sostener la base del equipo titular, cambiando únicamente a los dos centrales con los ingresos de Sebastián Boselli y Ramiro Funes Mori. Pasando en limpio, el equipo de Núñez salió con: Franco Armani; Andrés Herrera, Boselli, Funes Mori, Enzo Díaz; Rodrigo Aliendro, Nicolás Fonseca; Nacho Fernández, Esequiel Barco; Facundo Colidio y Miguel Borja.

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El partido inició con una situación de peligro por parte de los locales, producto de una infracción que cometió Sebastián Boselli en la zona del córner. Atlético Tucumán avisó con un remate fuerte y liso de Nicolás Castro, el cual fue atrapado por las manos de Franco Armani. Instantes después, el "Decano" volvió a tener una inmejorable chance desde el tiro de esquina, con un cabezazo de Estigarribia fuerte pero al cuerpo de Armani. En los primeros minutos estaba inconexo el medio, y con pases profundos sufría defensivamente. Sin embargo, el correr de los minutos hizo que River se pueda terminar de acomodar en cancha y poco a poco se fue haciendo dueño de la pelota. En el primer ataque, Nacho consiguió que Breitenbruch lo toque dentro del área en una disputa y Arasa no dudó en sancionar la pena máxima. Esequiel Barco se hizo dueño de la pelota, y falló dos penales tras la repetición de la ejecución por adelantamiento de Devecchi. A partir de ahí, el Millonario desapareció del encuentro y sufrió muchísimas ocasiones del equipo dirigido por la dupla Orsi-Gómez, varias de ellas desactivadas por Armani. La única oportunidad que tuvo River llegó sobre el final y Miguel Borja la desaprovechó luego de un muy buen achique del arquero.

(Foto: Joaquín Camiletti/Getty Images)

En la segunda mitad, Martín Demichelis decidió sacar a Esequiel Barco por la actitud que tomó en el penal, para que en su lugar ingrese Franco Mastantuono. Sin tanto juego y mucho toqueteo de pelota, el entrenador debió mandar de urgencia a Agustín Ruberto a la cancha debido a una molestia que aquejó Borja a los pocos minutos del complemento. River generó peligro recién a los 15 minutos, con un grandísimo remate de Mastantuono desde la pelota parada que fue atajado por Devecchi. Todo se fue tornando de ida y vuelta, ambos equipos estaban sufriendo mucho en la mitad de la cancha y los arqueros se estaban luciendo. En 18 minutos, Pereyra se fue de contra y estrelló un remate cruzado al palo que podría haber sido el primero de los locales en la noche, que no encontraba las llaves del gol bajo ningún término. Por tener muchísimos problemas de marca, Demichelis mandó a Rodrigo Villagra a la cancha en reemplazo de Aliendro, quien no tuvo un buen encuentro. River estaba encontrando los caminos con Enzo Díaz, quien se fue conectando muy bien con Villagra. En una de esas, el lateral ex Talleres desbordó y conectó un pase hacia Mastantuono, quien se acomodó y ensayó un remate a colocar que explotó el travesaño (como con Excursionistas). El Millonario estaba mejor, llegando con más claridad y con una buena cantidad de jugadores en el área contraria. A trece del final, Demichelis agotó las variantes con los ingresos de Agustín Palavecino y Agustín Sant´Anna en lugar de Colidio y Herrera.

La historia del Monumental José Fierro se repitió. River no logró desenvolverse como sí lo hizo en los partidos anteriores, y sufrió en muchísimos tramos del encuentro. Las atajadas de Armani y un poco de suerte hicieron que River se pueda volver a Buenos Aires con al menos un punto. De esta manera, el Más Grande se mantiene en la cima de la Zona A con 11 puntos, producto de tres triunfos y dos empates.