River le ganó agónicamente a Estudiantes y se consagró campeón de la Supercopa Argentina
Por Nicolás Bozonchuk (@nicobozonn).
Segunda prueba de fuego para Martín Demichelis y compañía en Córdoba ante Estudiantes de La Plata, en el marco de la Supercopa Argentina. River se jugaba muchísimo en este partido, sobre todo un alivio necesario para dejar atrás la irregular racha de empates en la Copa de la Liga. Por eso el entrenador se atrevió a tocar el equipo después de varios pasos en falsos, con las sorpresas de Milton Casco y Matías Kranevitter desde el inicio. Con un esquema 4-1-2-3, el Más Grande salió con: Franco Armani; Sebastián Boselli, Leandro González Pirez, Paulo Díaz, Casco; Kranevitter; Nacho Fernández, Esequiel Barco; Pablo Solari, Miguel Borja y Facundo Colidio.
El partido comenzó muy friccionado, con un choque en particular de Enzo Pérez hacia Facundo Colidio, que no fue nada según el criterio de Falcón Pérez. A Estudiantes le bastó con tan solo 3 minutos de juego para abrir el marcador, mediante un cabezazo letal de Correa quien logró meterse entre los defensores tras un excelentísimo centro del colombiano Cetré. A partir de ahí, el Millonario intentó cambiar la cara y hacerse con el protagonismo, aunque le costó meterse en los metros finales. Sin embargo, los de La Plata lograban acercarse al arco de River con pocos pases, urgiendo de las manos de Armani luego de una volea de Correa en el borde del área chica. Pocos minutos después, el Más Grande tuvo su revancha con dos ocasiones clarísimas: primero un cabezazo de Paulo Díaz y luego un disparo de Miguel Borja, ambos contenidos por el arquero Mansilla. Después de un "movete River movete" que cayó desde la hinchada, el equipo de Demichelis fue levantando cabeza y poco a poco fue encontrando los caminos de peligro. En uno de esos ataques, Barco habilitó y dejó solo a Colidio para rematar desde la medialuna, pero su tiro fue sin potencia y a las manos del arquero.
Para la segunda parte, Demichelis decidió hacer una temprana modificación, con el ingreso de Santiago Simón en reemplazo de Leandro González Pirez. El cambio ubicó al juvenil nacido en las inferiores del club como lateral derecho y a Boselli como marcador central. River inició con otra actitud digna de una final, sumando una muy buena ocasión de Colidio que terminó en tiro de esquina luego de una buena atajada del arquero. Y a los 10 minutos, el Millonario tuvo una inmejorable chance de Borja, quien probó con una chilena que se fue por encima del travesaño. Con el fin de destrabar la historia, Micho modificó el equipo con los ingresos de Claudio Echeverri y Rodrigo Villagra en lugar de Nacho Fernández y Kranevitter. A pesar de esto, el nivel del Millo fue cayendo en una debacle muy preocupante, mientras que Estudiantes aprovechaba la explosión de los relevos. Pero momentos después, Echeverri despertó al equipo con zapatazo infernal que podría haber sido el empate a no ser por las manos de Mansilla. Con una nueva modificación antes del final del partido, Milton Casco salió de la cancha para que Enzo Díaz ingrese en su lugar. Y la suerte llegó después de tanto empuje a los 33 minutos, luego de la escalada de Solari y un posterior remate que infló la red gracias a un rebote de uno de los centrales. Explotó el estadio y el público de River que añoraba ese gol después de tanto sufrimiento. Y como última variante antes del fin de los noventa minutos, Rodrigo Aliendro entró a la cancha para sustituir a Colidio. Y con muchísimo empuje y coraje en ir a buscarlo, el propio Aliendro probó desde lejos y la colgó en un ángulo para liquidar la historia y sellar la obtención de la Supercopa Argentina.
Feísimo primer tiempo de River, pero exceso de actitud en el segundo para darlo vuelta y salir campeón de la Supercopa Argentina en Córdoba. Nada mas por decir, los análisis quedarán para otra ocasión. ¡VAMOS RIVER CARAJO!