Luego de un fin de semana demasiado turbulento en Corrientes, River recuperó la sonrisa. Sin una actuación brillante, pero con solidez en todas sus líneas, consiguió un triunfo tan claro como inobjetable. Ariel Ortega y compañía dieron su mayor esfuerzo, pero la zaga conformada por Germán Pezzella y Ramiro Funes Mori anuló todos los intentos del rival.

En la ofensivo, tan sólo una asociación de Fernando Cavenaghi con el Chori alcanzó para que este último definiera de zurda a los 24 minutos del primer tiempo. Ventaja para el Millonario y tranquilidad, tras un par de avisos del Torito. Pero más allá de la diferencia obtenida, La Banda fue superior, con el manejo y la distribución de Ezequiel Cirigliano en el medio campo.

El volante juvenil fue la figura de la noche, en base a su sacrificio constante, la recuperación permanente, la capacidad para manejar los tiempos y su voz de mando cuando Cristian Ledesma fue reemplazado para que Andrés Ríos jugara como delantero y Domínguez pasara a ser enlace, formando un 4-3-1-2. A partir de ese momento, Defensores inquietó con algunos contragolpes.

Daniel Vega le tapó un mano a mano a Arnaldo González, en la situación más clara que tuvo el equipo rojinegro en toda la noche. De todas formas, la victoria no corrió mayores riesgos y, en consecuencia, el Pelado se marchó feliz con la clasificación a la siguiente ronda del certamen organizado desde agosto.

Por Germán Balcarce

Imagen: Wally / Pasión Monumental