Feliz por la punta del torneo, el plantel de Ramón Díaz regresó a los entrenamientos luego de ganarle a Tigre. Pasó la euforia y la cabeza ya está puesta en San Lorenzo. Esta mañana, en Ezeiza, los once que comenzaron contra los de Gorosito hizo movimientos regenerativos, mientras que el resto trabajó con el balón en espacios reducidos. La semana ya comenzó con un par de dudas y un enmascarado.

Sí, porque más allá de la preocupación por su fractura en el tabique nasal, Cristian Ledesma se movió a la par del resto. Eso sí: el Lobo lo hizo con una protección facial para evitar que un pelotazo o un choque con un compañero le dañe la zona. Como no tuvo desplazamiento, el volante no deberá pasar por el quirófano, aunque aún su presencia en el Nuevo Gasómetro es un interrogante. Por eso serán claves los próximos entrenamientos. Si el doctor Giulietti le da el OK y el futbolista no siente molestias, Ramón lo pondrá de movida con Ponzio en el doble 5. De lo contrario, crecerán las chances de Ariel Rojas.

Otra duda pasa por la continuidad en el elenco titular de Manuel Lanzini. Los positivos ingresos de Iturbe, aun no siendo enganche, le generaron un lindo problema al Pelado. Además, el de Padua presenta un esguince en el codo derecho y le vendaron el lugar de la lesión para dejárselo inmóvil. ¿Podrá jugar? Si esto ocurre, ¿el DT lo bancará?

La última incógnita es si Carlos Luna le ganó el puesto a Trezeguet después de sus dos goles ante Tigre. Parece difícil que Ramón le quite el respaldo a David, pero hasta el jueves, cuando sea el ensayo formal, las dudas persistirán.

Imágenes: Nicolás Aboaf

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