River le ganaba 2-0 a Atlético Tucumán, pero se dejó estar, Gallardo falló con los cambios y el Decano lo empató. Y menos mal que estuvo Batalla para mantener la igualdad…

Marcelo Gallardo continúa con la rotación que nos tiene acostumbrados. Esta vez, decidió poner un equipo plagado de suplentes para recibir a Atlético Tucumán, teniendo en la mira el partido por Copa Argentina contra Atlanta y, principalmente, el de la Copa Libertadores frente a Lanús.

Sin embargo, esta vez el planteo no salió de la mejor manera: el Millonario no pasó del empate contra un Decano que vino a defenderse y a jugar de contra, lo que lo favoreció claramente en la segunda parte y que lo tuvo a tiro de un triunfo histórico.

Tras un primer tiempo con muy poco para remarcar, con algunas escasas apariciones de Ariel Rojas y Nicolás de la Cruz, los últimos 45 minutos fueron electrizantes. Sobre todo los primeros 15, donde el uruguayo sacó a relucir toda la calidad y fue importante para que Milton Casco y Rafael Santos Borré pusieran arriba a los del Muñeco por 2-0.

Pero lo bueno duró poco: un error de Barboza (de muy mal partido) puso en carrera a la visita gracias al tanto del Pulga Rodríguez. Ahí, Gallardo sacó a De la Cruz y a Borré para ubicar a Nacho Fernández y al Pity Martínez para manejar la pelota.

Desde ahí, todo se convirtió en una pesadilla: Atlético Tucumán empató a través de Ismael Blanco y mereció el triunfo, pero una gran noche de Augusto Batalla mantuvo el empate final.

En los últimos minutos, una infracción dentro del área no sancionada sobre Rojas podría haber sido el penal que le diera el triunfo a River, que de todas maneras no tuvo un buen partido y, se espera, un mejor rendimiento para poder superar al Bohemio entre semana.