Finalmente, Leonardo Ponzio pudo demostrar que está a la altura y que puede ser muy útil para el equipo. Es que más allá de que en La Plata ya había dado pruebas de  una mejora en su rendimiento, en Núñez lo terminó de confirmar.

El ex-Zaragoza comenzó muy metido en el partido y se mostró como la principal descarga de Ezequiel Cirigliano, quien también cumplió con una gran labor. Pero con la temprana expulsión de Carlos Sánchez, la situación cambió y el jugador pasó a cubrir más el sector derecho, colaborando también con Luciano Abecasis.

En el primer tiempo, el mediocampista de 30 años casi no cometió errores. Salvo dos pases que terminaron en jugadores de Independiente Rivadavia, todas las pelotas que tocó encontraron los pies de un compañero. Recuperó varias veces el balón e incluso se animó a probar al arco, con un remate que se fue cerca.

¿Y en la segunda etapa? Ponzio mantuvo su nivel, pero aportando más en ofensiva. Armó buenas jugadas, le dio un pase preciso a Fernando Cavenaghi, quien no pudo definir, y en la misma llegada recuperó la pelota dos veces. Se lució con una gran asistencia en el gol del Chori y, además, cambió de frente para Daniel Villalva en la jugada en la que le cometieron falta y que terminó en la expulsión del arquero Josué Ayala.

Venía alternando buenas con malas en los partidos anteriores. Sin embargo, el volante surgido de Newell's Old Boys logró un gran nivel y le hizo olvidar a los hinchas los reclamos que pedían por la presencia de Martín Aguirre. Habrá que esperar para ver si puede sostener la regularidad en los próximos encuentros, pero lo cierto es que ante el conjunto mendocino, Ponzio cumplió un gran papel en el Monumental.

Por Antonella Valderrey

Imagen: Wally / Pasión Monumental