Javier Pinola cumplió 36 años y se mantiene firme en la convicción de que viene a aportar desde donde le toque, aunque ya está identificado por la gente como un referente.

Con 36 años recién cumplidos, sorprende ver a Javier Pinola correr y proyectarse a la par de los delanteros. Sin embargo, conocer su historia y su identificación con River llevan a entender un poco más la situación.

De adaptación difícil, Pinola pasó sus primeros seis meses con altibajos y se ganó un lugar que hoy tiene y nadie es capaz de discutirle. Hombre de confianza de Gallardo, el central también se desenvolvió, al igual que contra San Martín de Tucumán, como lateral, y en una entrevista brindada a La Nación, dio detalles de cómo encara esta cuestión, entre tantas otras.

"Sería un desafío afrontarlo, más por cómo quiere el técnico que juegue River, con dos laterales que se proyectan mucho. Uno cuando se pone grande trata de jugar leyendo la jugada para saber cuándo pasar. En un momento del primer tiempo, Gallardo me dijo que manejara los momentos para ver cuándo era mejor o no proyectarme. Pero cuando uno tiene ganas de pasar... pasa (risas). Me gusta jugar ahí, hace mucho no lo hacía, gracias a Dios me siento bien físicamente y por ese lado lo puedo complementar", señaló el ex Nüremberg.

En cuanto a la responsabilidad de ser un faro para los más chicos, el nacido en Olivos se sinceró y reconoció que no se autodenomina como referente ni nada similar: "Hablo lo justo y necesario con ellos. No les lleno la cabeza con información, solo seguir reforzándoles lo que los hizo fuertes y los hizo llegar hasta acá, por algo están en la primera de River. Intento hablar en los entrenamientos, pero son personas inteligentes y que escuchan. Hay que darles confianza dentro de la cancha y no hablar tanto"

Además, insistió en que su idea sigue siendo la misma desde que aterrizó en Núñez: "Yo desde que llegué dije que venía a aportar desde donde me toque. Y sé que mis compañeros piensan de igual manera: todos estamos para ayudar donde el técnico crea que sea necesario. Si juego o no de lateral, va a ser una decisión de él. Me siento bien, aunque hay que seguir entrenándolo porque la última vez que lo hice fue en Rosario Central hace más de dos años", señaló.

Por último, celebró la adaptación de Robert Rojas, su nuevo compañero de saga: "Me gusta y me pone orgulloso que se haya adaptado rápido. Como a algunos nos cuesta, a otros no (risas). Está buenísimo que ya esté incluido dentro del grupo y no me sorprendió si nivel, por algo lo trajo Gallardo. Me decían que era de mi escuela, de irse para adelante... pero 22 años no es lo mismo que 36 (risas). Es importante que sea fuerte en la marca y si tiene energía y claridad para sorprender en ataque, yo lo voy a apoyar".