La caída ante Atlanta no fue una caída más. Es que el nivel de juego del equipo es preocupante, los rivales directos siguen alejándose o alcanzando a River y la situación comienza a preocupar de cara al futuro.

Por eso, el máximo dirigente de la institución dijo presente en la práctica de Ezeiza y habló durante más de 30 minutos con los jugadores y el cuerpo técnico, en una de las canchas del complejo.

Después de la charla, el plantel comenzó a entrenar con normalidad y el presidente se retiró del predio, dejando claro que la de ayer no fue una derrota más para River.

Por Antonella Valderrey