La seguidilla de recitales que brindó Roger Waters en el estadio de River dejó al campo de juego en muy malas condiciones. Por eso, el entrenador de River quiere mudarse para enfrentar a Ferro.

Sin embargo, y pese a las consecuencias que puede traer jugar en una cancha con esas características, no hay chances de que el Millo cambie de escenario. “Para el sábado el campo estará más que presentable y mejor que el Único de La Plata”, afirmaron desde la dirigencia.

En River trabajan contrarreloj para conseguir que el pasto del Monumental luzca de la mejor manera posible, aunque son evidentes las consecuencias de los recitales. Y eso que todavía falta que se lleven a cabo otros conciertos de rock.

Es innegable que desde lo económico, los recitales ayudan, y mucho, a la institución de Núñez, pero lo cierto es que la prioridad debería ser el fútbol, y el sábado va a ser muy difícil ver un buen espectáculo, por lo menos, en cuanto al juego.

Por Antonella Valderrey

Imagen: Olé