Gustavo Gallardo Kuster

@gallargus

Marcelo Gallardo volvió a poner todos los focos sobre él. El estratega que dirige al Más Grande desde junio de 2014 cortó el clima de un conferencia de prensa más post entrenamiento y soltó una reflexión que sigue retumbando y lo hará hasta que el año se termine. El DT recordó, una vez más, que cuando llegue el final de 2018 evaluará los desafíos que tiene por delante para saber si tiene o no energías para encarar otra temporada. Algo que él entiende a la perfección pero de este lado sigue siendo raro o incómodo por momentos.

Por más peligroso que parezca soltar semejante declaración en la previa de una semifinal de América, olvidarse de quién es el que la hace lo es un poco más. El concepto es tan acertado como cierto y hasta doloroso. Gallardo le recordó a la prensa, pero a la vez a sus jugadores y hasta a los rivales algo simple: nada es para siempre. Ni las rachas invictas, ni las seguidillas de títulos, ni, mucho menos, los buenos momentos. Eso le da valor a lo ganado, a todo eso tan bueno que se olvidó de ser breve, para ser dos veces bueno y está siéndolo muchas veces más en un lapso inédito para los tiempos que corren.

Por eso, tener a alguien sentado en el banco que lo entienda y lo haga entender es tan valioso como triste. Algún día Marcelo Daniel Gallardo anunciará su salida, armará las valijas y encarará nuevos desafíos. También llegará el día en que la gente que en el medio soñó con su regreso pueda verlo volver y afrontar otra etapa que inevitablemente tendrá fecha de caducidad, como todo en la vida (y seguimos pensando en eso más que en la semi con Gremio por estos días).

Antes de jugar con el último campeón de la Copa Libertadores la presión estará otra vez sobre el artífice de un equipo que supo mutar desde el vistoso River 2014 hasta el combativo que salió victorioso en gestas históricas para el club. El mismo que se llevó puesto al rival de toda la vida tres veces.

Todo lo que un día formará parte de especiales en TV, en diarios y revistas, hoy es cotidiano. Hoy es el día a día escucharlo y sentir la tranquilidad de que, sea cual sea el resultado, se estará a la altura.

Sí, algún día el ciclo se terminará,¿y?. La enseñanza de que hace falta parar la pelota la larga alguien que de pensar en momentos clave y con la redonda dando vueltas por la cancha sabía, y bastante.

Si miramos para atrás no solo vamos a encontrar que esta situación se repitió en la previa de anuncios de continuidad y en la antesala de la segunda final de la historia entre River y Boca. Hay mucho más que eso.

Después de aquella victoria el ex número 10 se animó a soltar como si fuera un pase entre líneas salido de su botín derecho, y sin dejar escapar una sola sonrisa, que "el haber jugado mal estos últimos dos meses fue una estrategia". Tal vez esta sea otra, tal vez no, pero el único entrenador del fútbol argentino que se mantiene en su cargo desde hace cuatro años no da puntada sin hilo; ni ahora ni cuando se vaya en serio. Pero ahora esta acá, y por eso es que deberían preocuparse los rivales.