El defensor de River no se considera ídolo y reconoce que su físico le ha hecho pasar malos tragos, aunque afirma estar cada vez mejor.

Es, sin dudas, una de las piezas clave de River. “Que se vaya cualquiera, menos él”, ha dicho más de una vez Marcelo Gallardo sobre Jonatan Maidana, la piedra angular de la defensa Millonaria que ha sabido ganar todo con el Muñeco.

Sin embargo, el propio defensor admite que su físico le ha hecho pasar malos momentos. A los 32 años, se recuperó hace poco de un desgarro que, afirma, le ha sacado confianza: “Por suerte estoy bien de la rodilla, fortaleciéndome todos los días. Estoy haciendo la pretemporada sin ningún inconveniente mayor y ojalá sigamos de esta misma manera. Pero claro, el paso del tiempo existe y tenés que ser inteligente para jugar y reemplazar algunas cosas con la experiencia con estar bien posicionado en la cancha”.

“Después de las lesiones vas perdiendo confianza. Me costó recuperarme con esa velocidad que tenía. No era tan rápido antes, pero me movía más suelto y las lesiones me frenaron un poco. Trabajo mucho con los kinesiólogos, para fortalecer, para mejorar en la musculación y recuperar esa confianza. Los kinesiólogos van a ser importante de acá al final de mi carrera y eso lo sé: el tiempo va pasando y tengo que mejorar en algunos aspectos que, naturalmente, van decayendo”, agregó en diálogo con Olé.

Tras reconocer que los delanteros más complicados que enfrentó fueron Gignac, Wanchope y Bergessio, cerró: “No me siento ídolo. Sí siento esa confianza que me tienen, ese reconocimiento a que uno deja todo en la cancha y trata de hacer lo mejor por la camiseta, pero eso también se lo ganaron muchos de mis compañeros en base a sacrificio, a hacer bien las cosas con respeto. Ojalá la gente me siga reconociendo y siga confiando en mí de esa manera”.