River no pudo con Chacarita (de los peores del campeonato) en el Monumental: fue 1-1 gracias al gol de penal de Scocco. Sin palabras…

Matías Navarro García

@Mati_Navarro

Es difícil explicar el momento de River. Cuando se pensaba que iba a poder sacar la cabeza del agua, aparece Chacarita y, casi sin atacar, le rasguña un empate en el Monumental: fue 1-1 con el gol de Scocco que abrió el marcador y el de Menéndez, dos minutos después.

El primer tiempo fue un papelón: casi sin llegadas al arco, solamente se puede rescatar un penal no cobrado para el Millonario, un cabezazo de Pratto y el tanto de Scocco. Para colmo, cuando se cerraba la mitad inicial, una falla colectiva en el retroceso (para variar) le dejó a la visita el empate con el que ni soñaba.

El entretiempo no hizo más que generar mayor desconcierto en el equipo… y en Gallardo. Pasados algunos minutos, sacó a Scocco (el más peligroso dentro del área) y a Pratto (el mejor del equipo) para darle lugar a Borré y a Auzqui, resucitado del cajón de los recuerdos.

Obviamente, los cambios no hicieron más que generar incertidumbre en el campo y afuera: nadie los comprendió, el Millonario dejó de generar el poco peligro que había logrado provocar y el empate se sentenció con pocas jugadas de riesgo, más allá de un disparo de Nacho Fernández que besó el travesaño y un remate de Mayada sobre el cierre.

La gente despidió al plantel con un mensaje claro: “¡¡Contra Boca tenemos que ganar!!”. Claro, es más un ruego a la ilusión y una aspiración a un milagro que una realidad. Jugando así, será imposible que River se quede con la Supercopa. Si ni le pudo ganar a Chacarita